"Capitulo 9"

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Cuando llegué a mi habitación me recosté en la cama, y me volví a imaginar el beso con Mia, ella es muy especial, no podía sacármela de la cabeza en toda la noche. Estaba escribiendo un poema en mi libreta cuando se fue la luz, no sabía porque se había sido, pero ya era muy tarde para ir a ver a un maestro que me ayudara a ver la luz. Tenía una idea genial del poema para Mia, y no me quería esperar hasta mañana porque posiblemente se me iba a olvidar, prendí una vela alado del escritorio de madera, y seguí escribiendo. Cuando lo acabe olvide apagar la vela, se quedó así toda la noche, estaba grande iba a durar mucho, por eso no me preocupe, a la mañana siguiente olvide por completo la vela, no se veía que estuviera prendida, la luz del sol se reflejaba directamente a la ventana que no era tan visible que estuviera prendida. Fui a buscar a un maestro para ayudarme con el problema de la luz, en el camino me encontré a Mia me dijo que mañana iba a ver otra sorpresa, me emocione de saber que estaría otro momento lindo con ella.

Fui a buscar al maestro Sergio, pero él me mando con la maestra Ariadna, y así me la pasé con 5 maestros distintos, cuando encontré a la última maestra que era la coordinadora del internado. Cuando la vi estaba sentada tomando un café, pero le marcaron en el momento en que me acerqué, ella respondió.

¡-De acuerdo voy para allá! – dijo asustada y levantándose rápido.

¿Qué habrá pasado? ¿Qué es lo que hizo que se fuera rápido?, en el momento que pensaba que podría estar pasando, pasaron corriendo Alex y Kevin, los amigos de Mia.

- ¡Es Mía, se desmayó en la habitación 16! – gritando.

Salí corriendo a mi habitación que era donde se había desmayado, no sabía si era ella exactamente, pero aun así no me quise quedar con la duda y decidí ir a ver, cuando llegue estaba una bola de personas fuera de mi habitación.

- ¡Apártense! – dijo la doctora.

Llevaban una camilla, no se lograba ver quien era, todos estaban tan amontonados que no pude ni ver quien era, cuando se empezaron a dispersar, se vio quien era, era ella, mi Mia, estaba en la camilla, sus manos junto con su cara estaban pálidos, no me pude aguantar las ganas de ir corriendo hacia ella, y hablarle a ver si reaccionaba.

- ¡Mia, reacciona por favor! – dije gritando y recostándome en su pecho.

- ¡Gabriel, por favor deja a los doctores hacer su trabajo! – dijo la maestra Ariadna y jalándome para que la camilla pudiera avanzar a la enfermería.

En ese momento se me hizo un nudo en la garganta, no sabía ni lo que había pasado, cuando vi mi habitación estaba saliendo humo, no sabía de qué era, decidí preguntarle a Alex y Kevin que estaban igual de preocupados que yo.

- ¿Saben lo que paso? – dije tratando de aguantarme las ganas de llorar.

- Al parecer tu habitación se estaba incendiando, Mia te fue a buscar a tu habitación, pero no estabas, se quedó ahí mucho tiempo, su corazón no puede aguantar tanto humo, y se desmayó. – dijo Kevin a secas.

No dije nada, solo me fui no sabía que o quien pudo haber ocasionado el incendio, me acorde de la vela, la había dejado prendida, seguramente se cayó y se empezó a esparcir por toda la habitación, pero era algo un poco ilógico, la vela estaba muy grande, si se cayó no se pudo haber esparcido por la habitación, ya que es piso, y posiblemente hasta se pudo haber apagado en la caída.

Y creo, que no habría otra manera, pero quien pudo haber sido el causante del incendio, no lo sabía, pero por su culpa estoy a punto de perder al amor de mi vida, y juro que lo iba a encontrar.

"Un amor imperfecto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora