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FALLON JUNTO CON JANE, ERIK Y DARCY GUIÓ A THOR, el supuesto dios del trueno a Selvig, a un bar de la ciudad. No muy lejos de su casa. Durante todo el trayecto, Galloway se sorprendió a sí misma mirando fijamente al hombre de la hermosa cabellera dorada, con ganas de hacer preguntas. Y, cielos, tenía tantas cosas que preguntar.
Tenía una lista mental de todo lo que quería preguntar. Asgard, los dioses aesir y vanir, cómo era ser un dios y entre otras mil preguntas que quedaron sin respuesta en cuanto entró en el establecimiento.
Thor estaba demasiado concentrado en devorar las tortitas hechas por Izzy. Fallon ya había perdido la cuenta de cuántos había comido. Sin contar con su sed. El dios había conseguido acabar con todo el café caliente de su taza en segundos.
── ¿Cómo te has subido a esa nube? ── se aventuró a preguntar Jane, tras largos minutos de silencio entre ambos.
── Además, ¿cómo se puede comer una caja entera de galletas y seguir teniendo tanta hambre? ── preguntó Darcy.
── Sí, claro. Preguntas muy importantes ── dijo Fallon, inclinándose sobre la mesa ── Tienes un hermano, ¿verdad? Loki, ¿está aquí también? ¿Podré conocerlo? ¿Qué pasa con Asgard?
── Fallon ── regañó a Erik, poniendo los ojos en blanco. ── ¿Estás realmente convencida de que este tipo es un dios?
── Mira, lo más seguro es que no sea un tipo normal ── dijo Lewis.
── Me gusta esa bebida ─── dijo Thor, sosteniendo la taza vacía en la mano.
── Sí, es deliciosa, ¿no?
── ¡Otra más! ── el rubio tiró el vaso al suelo, asustando a los tres que estaban con él en la mesa y al resto de la gente de alrededor.
── ¡¿Por qué has hecho eso?! ── Fallon se puso en pie y recogió con cuidado los fragmentos que había en el suelo, mientras Jane pedía perdón a Izzy.
── Me pido otra.
── No es así como lo hacemos aquí. ── Galloway se apartó al acercarse una camarera. ── Sólo di que querías otra.
