Capítulo 13. Pérdida

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Caminaba en círculos de forma compulsiva, no se atrevía a parar pues una parte en su cabeza decía que de hacerlo, las cosas iban a ser más reales de lo que ya eran, como si al detenerse, todo fuera a caerle sobre los píes.

Enji aprieta los puños furioso, pateando muy lejos una de las máquinas que minutos antes le ayudaban a endurecer su cuerpo, su mirada va nuevamente a Keigo, quien se mantiene observándolo con las piernas cruzadas sobre el suelo, muy paciente a la entendible ira del pelirrojo.

En cuanto la voz de Dabi se escuchó al otro lado de la linea, Endeavor le quito inmediatamente el teléfono al joven de alas rojizas, atendiendo él mismo la llamada llenándose de valor y fuerza.

Las palabras de Touya fueron contundentes, él quería verlo en tal dirección y a tal hora dentro de dos días, pues sería hasta ese momento que le entregarían a Natsuo Todoroki. Enji, que no era imbécil, permaneció en silencio, pues temía que ante una provocación el primogenito colgara el teléfono y perdieran definitivamente cualquier pista u oportunidad de traer al chico a casa.

Touya, quien notó lo cuidadoso que estaba siendo su padre, sonrió en aquel momento y siguió hablando a través del micrófono.

"— Mi trato es este... Sí tu quieres a Natsu, deberás entregarme a tu querido Keigo, sí lo quieres completo, deberás venir con él..." El tono de voz del actual albino denotaba lo jocosa que le resultaba la situación, pues aun sin tener una forma de verlo, la reacción de Enji tras escuchar esto no fue muy diferente a lo que los delirios del Todoroki mayor le ofrecían.

La sonrisa de Dabi se ensanchó todavía más cuando percibió el rechinido de los dientes del mayor.

"— Oh, vamos, ¿Eres tan egoísta cómo para dejarme darle de comer a Mono con tu error? Bueno, no podía esperar menos de ti, nunca logras decepcionarme." Cada vez que Touya abría la boca era para aplastar cualquier idea en su padre y esperanza en su hermano.

En la cabeza de Natsuo, se recrearon millones de respuestas provenientes de su progenitor, el miedo y odio no le dejaban pensar con raciocinio, se veía a sí mismo muriendo desollado a manos de aquel sujeto llamado Mono, se veía de muchas maneras sólo porque su maldito padre le repudiaba tanto que dejarlo morir era la mejor idea.

Por supuesto, toda la faceta de cambio de Enji no era más que una farsa, un juego para manipular a Fuyumi, a Shouto, a su madre... Un juego en el cual Natsuo nunca quiso entrar, la escoria que tenía como padre jamás iba a cambiar, él nunca lo iba a preferir por encima de nadie, ¿Cómo demonios creyo qué podía pasar?

Por otro lado, la mente se Enji Todoroki era un caos, ¿Por qué había sido un tan mal padre? ¿Por qué tuvo que ser un idiota? Enji se maldice y destesta, porque si él hubiera sido más atento con Touya, Natsuo no estaría siendo amenazado con deceso.

Meter a Hawks en un drama en el que no debía participar le molestaba, pero era su hijo...

"— Me entregaré yo, pero deja a Natsuo y Hawks fuera de esto." Respondió el padre determinado, Keigo abrió los ojos con sorpresa, y luego negó, ellos ya tenían un plan, no importaba si Enji lo ofrecía también, su plan no podía fallar, estarían a salvo incluso si prometían el cuello para aquel día.

"— Me temo que no estas en posición de negociar nada padre... Es decir, puedo demostrarte que hablo en serio, ¿Qué quieres recibir? ¿Una mano, un pie? No me importaría recortar un poco a Natsu si es necesario para que me creas." Enji apreto el puño libre, su corazón latía frenético y le comenzaba a costar trabajo respirar.

Nuevamente Hawks, que tenía un oído muy fino, asintió al mayor para indicarle que aceptará el trato, pues él estaba realmente convencido de que todo saldría bien.

El invierno llegó tarde ese veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora