La Bebe Que Cria A Un Villano [Primera Parte]

Capitulo 66.

“Volveré de nuevo.”

“Bien, porfavor vuelve pronto.”

Después de recibir las despedidas de Seria, rompí la hoja de teletransportación. Cuando volví a abrir los ojos, estaba en mi habitación.

‘Eso es muy malo.’

No puedo teletransportarme a un lugar a más de 5 kilómetros. Solo se pueden teletransportar aquellos que pesen menos de 30 kilogramos, pero cuestan hasta 300.000 francos por pergamino.

En ese entonces, Mina también se sorprendió después de escuchar el precio.

—¡Son 300.000 francos, entonces son 300 millones de wones!—

No sé cuánto son 300 millones wones, pero sé que 300.000 francos equivalen a un año de dinero para la mayoría de las damas nobles.

Y yo compré dos piezas.

Me duele el corazón al pensar en cuánto gasté hoy.

‘Pero la relación entre la emperatriz y la iglesia será irrevocablemente tensa, y esta cantidad de dinero es una inversión digna’

Pensando así, me puse el pijama y abracé el peluche que estaba acostado en mi cama.

***

Adolf fue encarcelado por no demostrar que su medicina no tenía ningún problema.

Era natural que el país se volcara porque la emperatriz y el sacerdote estaban entrelazados.

La Emperatriz se despertó, pero fue difícil apaciguarla.

El emperador estaba muy enojado por el hecho de que Adolf había hecho daño a la familia real, independientemente de la intención y el error. Incluso el Papa intentó apaciguarlo

pero el emperador no quiso.

Adolf será ejecutado públicamente.

La iglesia no sabía nada sobre esto antes, por lo que estaban muy conmocionados.

La reputación de la iglesia se desplomará si Adolf, uno de los 21 sacerdotes, es sentenciado a ejecución pública.

No era solo una cuestión de reputación, sino una declaración del emperador de que reduciría el poder de la iglesia.

Por supuesto, la iglesia culpó a la tienda de la esperanza y trató de sacar a Adolf.

Como no pudieron encontrar ningún signo de efectos secundarios debido a la supervisión exhaustiva de la esperanza, intentaron amenazarnos. Pero debido a nuestra preparación, no encontraron nada que nos amenazara.

Observando la situación, me reí para mis adentros.

Traté de separar solo a la emperatriz y la iglesia, pero incluso el emperador se metió en esto.

Fue gracias a Adolf, que estaba cavando su propia tumba.

***

Bajé las escaleras y me acerqué a mi padre que estaba a punto de irse.

“¿Vas a salir de nuevo hoy?”