Capitulo 84.

451 80 1
                                    

Después de que el presidente fue enviado de regreso, me fui.

‘Oh Dios mío.’

Lo he pasado mal durante unos días y no pude dormir bien, así que he estado perdiendo fuerzas.

Se siente como si todo mi cuerpo estuviera adolorido. Mi piel también se sentía dolorida.

Bueno, ¡Comeré y dormiré mucho hoy!

Sé cómo recuperarme porque suelo enfermarme o resfriarme durante el cambio de estación.

Tendré que pedir un té de canela y miel.

Me decidí y me fui a mi habitación, la luz estaba encendida. Pensé que ya había alguien aquí.

Mi habitación estaba llena de gente. Lea, tres sirvientas, Henry e Isaac.

“Pequeña señorita…”

Las criadas me llamaron con mucho cuidado. Esperé tranquilamente porque me preguntaba qué estaba pasando, pero no pude decirlo fácilmente cuando vi su expresión y me mordí los labios varias veces.

“Todo el mundo debe estar confundido sobre el tema de Mireille”.

Qué doloroso debe ser para ellos.

“Todos simplemente vayan …”

Lo que realmente quise decir es ‘Reúnase y vuelvan de nuevo’. Todas las doncellas y hermanos me miraron con lástima.

Henry se acercó a mí y tuvimos contacto visual.

“Sí, llámame cuando te sientas mejor”.

La gente debe estar pasando un mal momento por lo de Mireille.

Asentí.

Después de que todos salieron de la habitación, me cambié de ropa y me senté en la cama.

Intenté coger la manta, pero estaba más caliente de lo habitual.

Por supuesto que Lea lo nota fácilmente.

Ella sabía todo sobre mí, lo que odiaba y me gustaba.

Mañana le daré las gracias a Lea ya las criadas.

Le pedí al sirviente que me trajera el té de canela y miel. Después de tomar la medicina en el cajón y el té, me quedé dormido.

¿Cuánto tiempo ha pasado?

“….¡Despierte!”

“¡¡Pequeña señorita!!”

Podía escuchar un fuerte ruido a mi alrededor y podía sentir mi cuerpo ardiendo. No solo eso, no puedo respirar bien.

‘Es doloroso…’

Cuanto más intentaba obligarme a respirar, más apretados parecían estar mis pulmones.

Cuando abrí los ojos, mi familia y mis sirvientas estaban alrededor de la cama.

Cuando Lea habló en pánico, el médico me derramó un líquido en la boca. Un sabor amargo. Es una medicina.

 La Bebe Que Cria A Un Villano [Primera Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora