capítulo 182

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"¿Dónde te lastimaste?"

“……”

Cada vez que la miraba, un extraño sentimiento se hinchaba una y otra vez. Tal vez porque seré parte de su familia en el futuro.

¿Es porque he conocido a alguien muy preciado para mis seres queridos?

No podía entender por qué, pero tenía ganas de llorar.

En ese momento, el pájaro monstruo luchó.

“¡Ef!”

Lea se tambaleó hacia atrás y la cadena de poder divino de Adrian se rompió cuando la sangre goteó de su muñeca.

Me sobresalté y me acerqué a él.

"Anuncio-"

"Vamos primero".

Risette me arrastró cuando comenzamos a correr.

Adrian, Lea y Cecilia corrieron detrás de nosotros.

Pero una vez que el monstruo fijó su objetivo, voló rápidamente y nos siguió de cerca.

Lea y Cecilia miraron hacia atrás y dejaron de caminar.

Primero lo atraeremos montaña abajo.

Me sorprendieron las palabras de Lea.

"¡No puedes!"

Grité, pero Lea negó con la cabeza.

Risette miró el rostro de Lea y asintió.

“No permití que murieras. Vuelve con vida.

“¿Cuándo te he defraudado? Créeme."

Lea se rió y Cecilia asintió con la cabeza.

'No, ¿cómo puede tratar con monstruos sin ayuda o un mago?'

Lea y Cecilia corrieron hacia el monstruo pájaro.

Rápidamente traté de estirar la mano para agarrar a Lea, pero Risette me detuvo.

"¡Niña, detente...!"

"Déjalo ir. ¡Déjame ir! ¡Lea, Lea!”

En ese momento, Adrian caminó hacia mí y me abrazó.

"No."

Aunque luché mucho, Adrian no me soltó y me sostuvo mientras corríamos. Risette estaba detrás de nosotros.

El rugido del pájaro monstruo se podía escuchar desde muy lejos, por lo que Lea y Cecilia parecían estar reteniendo bien al monstruo.

Solo cuando llegamos a un valle, Adrian me dejó. Miré en la dirección del rugido con una expresión inquieta.

Adrian agarró mi hombro, mientras miraba detrás de él.

Cuando volví la mirada vi a Risette, que respiraba con dificultad.

Había sangre goteando en el camino que ella corrió.

'Sangre…'

Recientemente acaba de dar a luz al hijo menor. Es natural que su condición empeore después de tanto correr.

Como prueba de ello, su cara es azul. Como si estuviera a punto de quedarse sin aliento.

Me acerqué a ella con cautela para preguntarle sobre su estado.

"Son-"

"Estoy bien."

Ella era la que estaba en malas condiciones, pero todavía estaba preocupada por mí.

 La Bebe Que Cria A Un Villano [Primera Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora