Lo sucedido ayer, es algo que no puedo quitar de mi cabeza. De hecho incluso puedo decir que ni siquiera he logrado conciliar el sueño como hubiera querido. Al parecer cada noche tengo algún problema, drama o algún motivo que impide que pegue un ojo en la madrugada.
Debo regresar al hospital y siendo honesta, no tengo idea de qué hacer. Sonará estúpido quizás, pero uno de mis grandes defectos es la necesidad de tener todo, hasta incluso lo más ínfimo o efímero planeado. Cuando nada va como deseo, entro en crisis existenciales que duran un largo tiempo.
Regresar al hospital significa tener que tener contacto con el sujeto extraño de la 365 y esa idea precisamente no es algo que me agrade demasiado. Llevo conmigo una organizada una lista mental de pasos a seguir, en base a cómo debo conversar con el tal Damiano. Si por esas casualidades algo llega a salir fuera de lo previsto, mi nivel de inquietud va a ser enorme.
Entro a la habitación con cuidado y pude observar que él aún está dormido. Sus labios están levemente separados, vista que proyecta una imagen que me causa ternura, porque parece todo un niño pequeño. Comienzo a detestar el hecho de que había algo en él que me llama la atención o que incluso me causa ternura, más allá de que lo he conocido hace solo algunas horas. Me parece una locura.
Por un lado no quiero acercarme demasiado, porque me he prometido firmemente no volver a acercarme así a nadie, pero por alguna razón que desconozco, él me inspira cierta incertidumbre y confianza a la par.
Me acerco a la cama y luego de apreciar cómo duerme plácidamente durante unos segundos, lanzo otra de esas sonrisas en las que tus labios ni siquiera se despegan, y que demuestran una absurda mezcla de nervios y miedo. Tomo suavemente el borde de la frazada que tiene, y vuelvo a arroparlo. Me encuentro absorta en mí misma, y ni siquiera tengo control ni mucho menos noción de lo que estoy haciendo. Quizás en otra oportunidad, no haría esto.
Deseo que nada irrumpa el silencio. Verlo dormir me trae tranquilidad y calma, algo que claramente yo no he presenciado en los últimos días y quizás meses también.
¿Ya hablé de su cabello? Es tan brillante y tan sedoso que hace que en mis manos nazca un cosquilleo de ganas de querer acariciarlo. ¿Estaría mal si de pronto tocara levemente su pelo? El ni lo notará supongo. No voy a hacerle daño a nadie. Él ni siquiera va a percatarse ¿no?
Estiro suavemente una de mis manos, y cuando estoy a escasos centímetros de su cabeza, suspiro pesadamente. No sé por qué demonios he tenido esta maldita idea, sabiendo que incluso voy a arrepentirme en el futuro. Las yemas de mis dedos llegan a las hebras de su cabellera, y me quedo ahí, paralizada y anonadada como una completa idiota. Estoy perdida en mi misma, y no lo noto, hasta que el silencio sepulcral del lugar se ve interrumpido.
-¿Qué haces? – preguntó con voz ronca-.
-¿Perdón? –quito rápidamente mi mano de su cabeza y ladeo mi cabeza para verlo-.
-¿Qué hacías? –indaga insistentemente-.
-Nada, solo estaba acomodando un poco tu almohada. Se ve que eres de mal dormir, David. – comento nerviosa, porque una vez más estoy en aprietos-. Por cierto, -intentando cambiar de tema-, ¿Qué tal los regalos de ayer? ¿Fueron buenos? –me alejo un poco de su lado-.
-Para ser sincero, no vi nada.
-¿Quieres verlos ahora? – cuestioné sentándome en una silla que había al lado de su cama-.
-¿Tú quieres verlos?
-No voy a decir que no, porque eso sería como mentirte. –sonrío-.
-¿No se supone que tienes mejores cosas para hacer? - pregunta mirándome atentamente-. Se supone que trabajas en un hospital enorme. ¿Por qué de golpe tanta atención en mí? – pregunta y luego entrecierra los ojos-.
La curiosidad mató al gato Damiano. Venga ya, deja de hacer tantas preguntas.
-Me dieron la orden de que haga eso, nada más. –respondo encogiéndome de hombros-. Soy una persona profesional, no puedes esperar menos.
-Bien. –asume-. ¿Vas a abrir los regalos?
-Si tú quieres, sí. No voy a tomarme atribuciones que no me corresponden, acerca de algo que no es mío.
-Vale pues, chica formal –contesta rodando los ojos-, abre la bolsa para ver qué hay.
-Lo que tú digas, David. –río mientras cojo la bolsa y la abro-.
-¿Y bien?
-¿Y bien qué? –digo confundida-.
-¿Algo interesante?
-Déjame ver. –revuelvo las cosas de la bolsa mientras decido qué voy a mostrarle primero-. Por acá, tenemos una caja con golosinas.- comento mientras la acercaba a él.
-¿Puedo comer?
-David no deberí....
-Por favor -interrumpe- No voy a decírselo a nadie, si eso es de lo que tienes miedo.-insistie mientras me hace ojitos de cachorro-.
-Bueno, quizás uno, solo uno no hay problema. -
David deja de hacer esas caras que se me derrite el corazón.
- ¿Qué quieres?
-Voy a quedarme entonces con ese chocolate de acá –menciona tomando uno que tenía envoltorio en colores rojo y azul-.
-¿BROMEAS?- elevo el volumen de mi voz mientras abro mis ojos como platos-.
-No grites así por el amor de Dios.-estira una de sus manos y la coloca sobre mi boca-.
Y justo ahí, una sensación intrusa y a la cual yo estoy claramente desacostumbrada, se apodera de mi cuerpo. Una vez más aparecen los nervios, con la diferencia de que esta vez no es sin motivo aparente. Esta vez ha sido por su culpa.
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[924 palabras]
Buenas noches. ¿Cómo están?
Sé que mencioné que iba a publicar recién mañana domingo, pero me tomé el atrevimiento de hacerlo hoy, porque me tenía ansiosa este capítulo. Pasé de no saber qué escribir, a inspirarme por completo llegando al final. Debo decir que me gusta como me ha quedado, porque se me ha hecho bastante tierno.
Por otro lado, desde el miércoles a hoy, las leídas en mi historia aumentaron bastante, hubo tres personas que la agregaron a sus listas de lectura y he recibido comentarios muy bonitos acerca de lo que escribo. No quiero ser reiterativa, pero realmente agradezco que se tomen el tiempo de dejar tanto cariño, ya sea con votos, leídas o incluso comentarios.
Otra cosa. Tengo ganas de escribir acerca de cómo van vestidos a veces los personajes. Díganme si les gustaría que les dejara fotos acerca de sus outfits. Al igual que, bien creo que mi fuente principal de inspiración, es la música, entonces pensaba dejar en cada capítulo el link de la canción en la que me inspiré. Necesito que me digan si están de acuerdo con esa idea o no.
Falta MUY poquito, para que aparezcan Vic, Thomas y Ethan en la historia, al igual que otros personajes, así que atentos que se viene la acción.
Sin más que decir, me despido de ustedes. Espero que continúen disfrutando de su fin de semana.
¡Saludos!
Victoria.
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LOVE, DON'T BREAK ME || Damiano David
Fanfiction"Siento tu inquietante mirada sobre mí, y la piel se me eriza. Puedo asegurar que ni siquiera eres consciente de que aunque la distancia nos separa de la forma en la que lo hace, eres capaz de exponer mil sentimientos que nunca nadie había hecho fl...