Los Aräiam.

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- Por aquí! - Gruñó un lobo de pelaje oscuro y neblinoso de ojos rojos. Desde hacía ya un rato perseguía a 3 lobos, que se habían introducido en el interior del bosque. Sus órdenes eran: encontrarlos y matarlos. Así de claro se lo había dicho Él. Junto con dos de sus mejores lobos, habían seguido a las dos lobas y las acorralaron, hasta que el lobo blanco importunó su misión llevándolas lejos de allí.

- Es inútil, Ikzron, se han alejado demasiado, no los alcanzaremos. - Dijo el segundo lobo al primer lobo.

Ikzron miró tenazmente al segundo lobo.

- Si no los alcanzamos, Araktruin, Él nos castigará. No quieres eso verdad? - Araktruin negó con la cabeza y la bajó. - Bien, entonces sigamos.

Mientras, ya lejos de allí, Kira, Tara y el misterioso lobo blanco se acercaron a una cascada oculta entre unos altos matojos.

- Por aquí.- Señaló este último. Tocó con la pata el agua congelada de la cascada y se abrió un agujero que daba a una gruta. Se metieron por el agujero y atravesaron la gruta mientras el primero (el agujero) se cerraba detrás de ellos. Al final de la gruta había una enorme estancia de piedra, con varias galerías y rocas que sobresalían de la pared o el suelo.

- Que acogedor.- Dijo Kira y a continuación miró a Aiän. - Creo que nos debes una explicación. Aiän no hizo caso y miro en busca de algo.

- Flecha Gris! Ven. Quiero que conozcas a las nuevas Aräiam. - De detrás de una roca salió un lobo gris y blanco de relucientes ojos marrones que se acercó a ellos y con voz amistosa dijo:

- Bienvenidas a La Guarida! - Kira un poco harta y con tono desafiante dijo:

- Repito de nuevo, creo que nos debéis una explicación. - Flecha Gris y Aiän intercambiaron una mirada cómplice.

- Por donde empezar..... - Suspiró Aiän.

- Pues... Por que no empiezas por la parte de que puedes controlar el hielo?

- Está bien. Pero para ello voy a tener que remontarme hacia mucho tiempo atrás, en el período que va después de la creación.

En aquellos tiempos todos los animales del planeta vivían en perfecta harmonía, hasta que un lobo se reveló ya que pensaba que el era el más fuerte y tenía derecho a gorbenar sobre las demás especies. Se hizo con el poder de las sombras y reunió un ejército de lobos corrompidos por el mismo, llamados los Sombríos, para atacarlos. Pero 10 lobos decidieron combatir la amenaza que se cernía sobre ellos, para no poner en peligro a las demás especies. Con el tiempo, aprendieron a hacerse amigos de la naturaleza, sentirla e incluso dominarla. Así pues, cada lobo consiguió dominar un elemento: agua, tierra, fuego, aire, flora, electricidad, hielo, luz, noche y tiempo. Los 10, llamados guardianes, unieron su fuerza para derrotar al lobo de las sombras y lo encerraron en el infierno, una tierra lúgubre y sombría. Los Sombríos fueron desterrados y desaparecieron por la ausencia de su señor. Los lobos le heredaron sus poderes a sus hijos, y estes a sus hijos, hasta llegar a nosotros. Aquellos lobos que han heredado los poderes de los antiguos lobos son llamados Aräiam.

- Pero... Ni mi padre ni mi madre tenían poderes..... - Susurró Tara.

- No tienes por que heredar los poderes de tu padre o tu madre, puedes heredar el poder de tu tatarabuelo. - Respondió Aiän y siguió contando. - No sabemos como, pero el lobo de las sombras a vuelto y a resucitado a los Sombríos para exterminar a los Aräiam.

- Bueno, suponiendo que tengo que creerme toda esa historia ya que te he visto controlar el hielo, ¿ como has descubierto que el lobo de las sombras a vuelto? - Repuso Kira.

- Un día, Ilmarium, el guardián del hielo, se me apareció y me lo explico todo. Desde aquel día busqué a los Aräiam, y encontré a Flecha Gris, que me ayudó a encontraros.

- Está bien.... Algo que no comprendo es como sabes que nosotras somos unas Aräiam, y porque nunca antes habíamos experimentado una muestra de nuestros poderes.

- Lo primero. - Ahora habló Flecha Gris, cansado de estar callado. - Los Aräiam podemos sentirnos los unos a los otros, cuando sabemos utilizar nuestros poderes. Lo segundo, tan solo puedes utilizar tus poderes cuando tienes conciencia de ellos, si no sabes que los tienes, no puedes utizarlos.

- Bien, y que hacemos ahora?

- Pues ahora tendréis que aprender a utilizar vuestros poderes. Pero mañana, ahora debéis de estar muy cansadas. Poneros donde queráis. - Y con esto, Aiän y Flecha Gris se separaron de ellas y cada uno marchó por su cuenta (dentro de la cueva).

Que? No os lo esperábais? La historia a dado un gran cambio, verdad? Espero que os siga gustando :-) .
Post: Que sepáis que ya lo tenía todo planeado. Gracias a todos por vuestros likes!


En la piel del lobo PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora