En la piel del lobo Pausada

El portal.

Al alba, el cielo seguía gris y las nubes no dejaban entrever ningún rayo de sol. Y Flecha Gris seguía sin aparecer. Ya que no podían salir, porque necesitaban la información que les traería Flecha Gris, cada lobo se concentró en una sola cosa: Tara intentaba aparecer unas chispas de la nada, Aiän estaba tumbado en una roca pensando y Kira dormía un poco más alejada de allí oculta detrás de otra roca.

" Kira.... " . Siempre oía a alguien llamarla en sueños, entre las sombras, mientras ella , desorientada, intentaba descubrir de donde procedía aquella voz.
"Kira....". Una y otra vez.... La cabeza le ardía, solo resonaba su nombre.

" Quien eres?! Dejame en paz! " Gritó por fin. La sombra adelantó un paso hacia delante y Kira pudo ver más o menos quien era. Otro lobo, parecido aun sombrío, pero más grande, con uñas y colmillos gigantescos y con una serie de símbolos rojos por todo su cuerpo.

" No lo comprendes? "
" No comprendo el qué?
" Tu eres.... " No puedo acabar la frase, por que Aiän la zarandeaba para que despertase.

- Kira! Que te pasa? - Kira jadeaba, no pudo mirar a Aiän.

- Nada, nada... Tan solo una pesadilla. - Respondió ella. Porque no le había dicho la verdad? Desde luego, aquel extraño sueño no era cualquier pesadilla. Aiän la miró poco convencido y se fue.
- Eh!!! Flecha Gris ha vuelto!! - Kira levantó la cabeza y caminó junto a Tara. Aiän se acercó a la entrada de la cueva y regresó acompañado de Flecha Gris. Este parecía cansado y jadeaba.
- Veo que estas cansado, así que duerme un poco y luego nos contarás lo que hayas descubierto. - Dijo Aiän.

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- ¿ Lo dices en serio?
- Sí. Lo he escuchado y visto con mis propios ojos. - Flecha Gris, había vuelto de su descanso y ahora desbelaba lo que había descubierto en su salida por la procura de algo de información respecto al enemigo.
- Entonces, dices que los sombríos han rastreado esta zona sin encontrarnos, y que por lo tanto van a desplazarse hacia el sur para seguirle la pista a una Aräiam del fuego..... Sabes exactamente donde? - Preguntó Aiän.
- Más o menos, creo recordar que proviene de Australia y que ahora se encuentra sorprendentemente en el norte de Grecia. Supongo que un Guardián la habrá avisado de nuestra presencia en Noruega y nos estará buscando.
- No creo que podamos desplazarnos a Grecia antes que los Sombríos. - Dijo Kira.
- Los elementos producen en los Aräiam mejoras físicas, no lo digo por los poderes, si no por que ellos no atribuyen mayor velocidad, salto, fuerza y resistencia, al igual que los Sombríos. Supondrá un gran malgasto de energía, así que tendremos que utilizarla con sabiduría.
- Ya me había imaginado algo así, pero debo advertir que, si nuestras mejoras físicas nos consumen tanta energía, no podremos aguantar mucho corriendo. - Aiän miró fijamente a Kira. No había contado con eso.
- Creo que hay una solución. - Proclamó Flecha Gris. - No te acuerdas de los portales Aiän? Los guardianes, al ser de diferentes regiones, crearon un portal en cada país para poder estar siempre comunicados. Podemos utilizar el portal de las Tierras Heladas ( Noruega).
- No lo sé, Flecha Gris, los portales llevan mucho tiempo desactivado, quien sabe si pueden volver a funcionar...
- Donde se encuentra el portal, Aiän? - Preguntó Kira.
- A unas cuantas millas de aquí. Tardaríamos unos 3 días utilizando la velocidad Aräiam.
- Bien. Preparaos, que nos vamos a Grecia.

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El portal asimilaba un viejo arco de piedra, como los de la antigüedad, al cual se accedía por unas agrietadas escaleras. Unos extraños símbolos, que seguramente representaban a los elementos, se extendían por la parte superior del portal y en una placa delante del portal había grabada una huella de lobo. Después de 3 días corriendo por fin habían llegado, y Kira subía lentamente por las escaleras.
- Que hacemos Aiän?
- No estoy muy seguro, pero creo que es así. - Respondió este y se acercó a la huella de lobo, depositando su pata sobre ella y cerrando los ojos. La huella se tornó de un color azul hielo oscuro, el color de el elemento de Aiän, y una neblina del mismo color rellenó el hueco vacío que había en el portal.
- Perfecto. - Dijo con una leve sonrisa y dejó que su alfa cruzará el portal a Grecia.
Ella sintió que un remolino la llevaba muy lejos de allí, dando tumbos y vueltas mientras el mareo se apoderaba de ella y los ojos se desorbitaban. Cuando sus patas tocaron por fin la tierra, abrió los ojos y se encontró en un extraño bosque: no había nieve.
- Uff, espero que no sea así siempre. - Dijo Tara seguida de Flecha Gris y Aiän.
- Tranquila, solo es cuestión de acost... - Su frase se vió interrumpida por un ruido que provenía de una sombra entre los árboles.....

No, no estoy muerta. Por fin he conseguido subir una capítulo después de una intensa semana de exámenes! Como ya os había y dicho, seguramente no iba a poder subir capítulo esta semana y la pasada, y hoy he tenido que escribir un capítulo entero para poder satisfacer la ausencia. Espero que os siga gustando el libro y que sigáis apoyándolo, con cariño:
Menchimn.