Capítulo 2: Primer beso

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-No entiendo porqué mi hijo decidió venir en un vuelo comercial- decía el rey molesto.

-Porque él no está acostumbrado a los protocolos padre... además tú quisiste que así fuera- decía Kao.




Llegando al aeropuerto del reino de los mares, Fluke y Prem parecían dos extranjeros más hasta que el pequeño príncipe logra divisar a su hermano y a su padre, protegido por un gran séquito, por lo que con rapidez se acerca a ellos.

-¡Kao!-abrazando a su hermano luego de años de no verse en persona, pues sólo se comunicaban por videollamada.

-Es un placer verte de nuevo ratón- sonriendo- Un placer verte también Prem.

-El placer es mío excelencia- haciendo una reverencia.





A lo lejos, un grupo de sujetos veía la escena familiar, el segundo príncipe por fin regresaba a las tierras que lo vieron nacer y no iban a desaprovechar la oportunidad para poder hacer lo que por tantos años han deseado, obtener al doncel con estrella para sus oscuros propósitos.

-Debemos avisar al jefe de que la estrella ha vuelto.

-Será un excelente esclavo para tener hijos- decía el otro sujeto.

-Y lo mejor de todo es que la tendremos fácil... se ve tan frágil- riendo.





Luego de algunos días, el poder admirar el paisaje desde su habitación le daba cierta nostalgia, pues a pesar de haber nacido ahí no se sentía parte del lugar, se sentía como un extranjero y deseaba cambiar eso y la única forma de hacerlo era explorando el lugar.

-No creo que sea buena idea escaparse, Fluke- decía Prem con cautela siguiendo a su amigo.

-¡No pienso quedarme encerrado sin hacer nada!- viendo a los lados del pasillo del palacio- Además no puedes negar que nos estamos aburriendo como ostras aquí...

-No lo niego... pero tu padre y tu hermano por algo no desean que salgas... es peligroso.

-Lo dice el tipo que es experto en artes marciales y el uso de armas- viendo a Prem sonrojarse- Además también soy experto en combate, el ser doncel estrella no me hace débil y no quiero que me consideren así.

-Lo siento yo no...- sintiendo la mano de Fluke sobre su boca.

-Vamos a subirnos a ese auto- señalando uno todo terreno.






Conduciendo entre las calles del reino, Fluke y Prem estaban emocionados de por fin ver algo de su antiguo hogar, saliendo hacia las playas podían sentir la brisa sobre sus rostros.

-Definitivamente más hermosas- decía Fluke bajando del auto.

-¡Te lo dije!


La distancia entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora