Se me acumulan los relatos, ah, están bastante bien, (en mi cabeza) a veces quiero mejorarlos, pero ha pasado que, en mi intento, los altero de una forma en que ya no puedo volver atrás (ni apretando la teclita), se me pierden, cambian su significado y ya no sé qué es lo que me están diciendo. De los que aquí hay, hay algunos que hablan bastante sueltos y otros que se dedican a berrear y, con otros que, por más palabras usemos, nunca nos vamos a entender. No me comprometo a nada, pero creo que, si te quedas por acá, puede que pases un agradable rato.
¡Gracias por no dejarme sola! Acá está muy oscuro, pero, oye, que no se entere nadie más que tú y yo.