—¿Y tú quién eres? ¿Qué haces aquí?
—He venido por el... —dudó, parecía inquieto. Mary notó que claramente su nerviosismo podría ser por su aspecto, el de ella, claro, ups—. Eh.
—Lo siento, no te asustes. —Bajó el arma—. No es para ti. Es que estaba... eh, se metió un bicho al granero.
—¿Qué?
—Sí, pero ya me encargo yo.
—¿Qué bicho?
—Un... puerco enfermo.
—¿Hay un nogtail aquí? Qué suerte. —Por primera vez pareció relajarse un poco, hasta se atrevió a levantar un poco la cabeza, aunque no lograron levantar miradas—. No me malentienda. Es mala suerte para quienes están aquí, pero... hace mucho que no veía uno.
—Eres un mago —aseguró Mary, no mostrándose tan sorprendida. Aunque, ¿qué diantres hacía allí otro mago en ese preciso momento en que estaban esos bichos también?
—Eh. Sí. Soy... soy, me llamo Newt.
—Mary Poppins, a su servicio.
Ambos estrecharon manos, en forma de saludo. Mary notó que al tal Newt no se le quitaba con nada la pena, tenía la mirada en el suelo o revoloteando a su alrededor, evitando mirarla concretamente a ella. ¡Qué educación!
—Un gusto, señorita... Poppins.
¡Hasta que alguien lo decía bien! Mary sonrió amablemente.
—Perdone, Newt, pero ¿qué hace un mago como usted aquí, en medio de un pueblucho como este, en esta granja en concreto? No creo que haya sido una simple... coincidencia, ¿o sí?
Tras ver a Theseus Scamander más temprano no se le haría extraño que otros fueran mandados a buscarla. Tendría unas serias palabras con Ferrer tras esto, debían de respetar sus descansos, ¡por Morgana!
—Yo...
—¿Es un auror acaso? —No, no lo era. Ahora que lo inspeccionaba bien, no podía ser el caso. No tenía aquella forma de moverse tan característica de las fuerzas armadas mágicas.
—Me temo que no —admitió Newt—. Soy un magizoólogo, en realidad.
Qué mala coartada. ¿Quién querría dedicarse a...? ¿Es eso un bowtruckle en su bolsillo? Una pequeña criaturita verde con hojas se volvió a ocultar en el bolsillo superior del abrigo del señor Scamander. Mary se dio especial cuenta, puesto que Newt metió la mano, intentando tapar a la criatura de su mirada escrutadora. Tal vez, estaba acostumbrado a ocultarla.
—Un magizóologo —Mary saboreó la palabra en su paladar. Eso no le quitaba su opinión de que era una mala elección de profesión—. En serio, ¿cómo llegó aquí?
No quería asustarlo, así que mantuvo la vari-pistola abajo, sin embargo, sí que lo vio muy seria, sin sonrisa ni nada. Aquello apestaba al Ministerio sin ningún tipo de disimulo. ¿No podían esperar unos días más? Ella no era la única inefable competente que existía.
—Por el shallygaster en los cultivos. Lo seguí hasta aquí. Pero, parece ser que no ha sido el único que se ha venido a ocultar en la granja. Un nogtail, tiene sentido de por qué el shallygaster se sintió atraído y llegó a la granja.
Mary analizó su lenguaje corporal. Parecía de más incómodo, como si fuera a echarse a correr en cualquier momento. ¿Cómo sería un magizóologo si temblaba cual ramita al viento de tormenta? Y hasta su cara intentaba cubrirla, aunque sólo lo lograba hacer parcialmente, con su bufanda y abrigo. <<¿Y a éste qué le pasa?>> no pudo evitar preguntarse. Ella no daba tanto miedo. Y las historias del Departamento de Aurores eran puras exageraciones hechas especialmente por Rowle para arruinar su reputación.
ESTÁS LEYENDO
Sangre mágica
FanfictionMary Poppins, por algunos motivos que la mayoría desconoce, se encuentra trabajando de niñera en el Mundo Muggle. Su inspiración para este trabajo es tan fuerte que lo ha hecho por varias décadas, y continúa a pesar de que tanto el Mundo Mágico como...