El verano de Julio en 1978 fue caótico, la masacre en el campamento Nightwing marcó la vida de más de veinticinco niños, adolescentes, y a los pueblos vecinos: Shadyside y Sunnyvale.
Pero en especial las vidas de Ziggy Berman y Blair Miller, dos cam...
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La oscuridad inmensa que rodeaba todo el bosque era terriblemente aterradora para Blair, la única iluminación que tenía era la luz de la luna, y aún así, esta no ayudaba mucho a su visión. Las manos de la castaña apretaban fuertemente el manubrio del auto, mientras sus ojos trataban de enfocar cualquier tipo de movimiento que pudiera visualizar entre el oscuro bosque.
— Tu hermana está tardando mucho —murmuró y giró su mirada hacia el asiento de atrás, donde un chico de grandes mejillas y tez oscura la miraba un poco nervioso.
—Lo sé —el chico respondió con voz baja mientras movía la cabeza de arriba hacia abajo dándole la razón.
Sin nada más que decir, Blair volteó su mirada nuevamente al frente y posó su vista en el espejo retrovisor, divisando como la chica de cabello rizado caminaba apresurada alrededor de la única pequeña casa que había en medio del bosque, propiedad de la persona que estaban buscando.
—¿Puedo preguntar algo?— el chico atrás habló.
—Ya lo hiciste, pero adelante.
—¿Como te llamas?— formuló rápidamente.
Blair soltó un suspiró y recordó que en ningún momento ni ella ni los adolescentes que llevaba consigo se habían presentado, puesto que hace menos de una hora y media ella había aparecido frente a la casa de los mismos, simplemente murmurando un "se algo sobre la maldición". De ahí en adelante simplemente se había dedicado a manejar hasta la casa en donde se encontraban en ese momento.
—Solo llámame B —respondió suavemente.
—Soy Josh y mi hermana es Deena.— una mano se asomó frente a la cara de Blair, quien se volteó nuevamente viendo como el adolescente tenía una leve sonrisa, intentado aliviar un poco el tenso ambiente. Blair estuvo a punto de responder, sin embargo un estruendo apenas audible se escuchó desde la casa.
En cuestión de nada la puerta de los asientos traseros se abrió, dejando salir a Josh por ella, quien rápidamente se dirigió camino a la casa.
—¡Hey!— Blair gritó asomando la cabeza por la ventana— ¿a donde vas?
—Debo ver a mi hermana — Josh respondió rápidamente, perdiéndose entre la oscuridad de detrás de la casa.
— No, no, no, ¡no puedes dejarme sola! —Blair gritó sin recibir respuesta. Rápidamente el corazón de la chica comenzó a palpitar, sintiendo como la respiración se volvía acelerada.— ¡eres una tonta!
