Capítulo 2.4

12.8K 887 13
                                    

Los papeles de los casos que manejaba eran, bastante variados, desde derechos familiares, laborales, administrativos, en el que no se llegaba a un juzgado, sino que las partes lo manejaban por acuerdos.

Mi jefa como había dicho Carla era todo un ogro, siempre buscaba el más mínimo error para hacer ver que el trabajo que realizábamos los asistentes estaba mal, en su planta manejaba un total de 10 asistentes, pero nos mantenía tan ocupados que no interactuábamos entre nosotros.

— Hola —saludo Carla ingresando a mi oficina – te envían esto dice que lo corrijas.

— Gracias – recibí la carpeta.

— Aproveche que salió a una reunión para saludarte – tomo una silla a mi lado y me entrego un café que traía.

— Veo que eres casada – le dije observando su sortija.

— Si y tengo una hija – me mostró fotos de una niña de año y medio en su celular.

— Es hermosa – le dije con una sonrisa.

— Créeme si ella no estuviera en mi vida hace mucho hubiera renunciado – las dos nos reímos.

— Carla, ¿dónde está la jefa? – entro un muchacho delgado y moreno —hola, qué pena por ser tan grosero, me llamo Michael – dijo mientras me tendió la mano.

— Yo soy Rossan, un gusto – le devolví el saludo.

— ¿Y la jefa? – volvió a decir.

— Relájate, ella salió – le señalo la silla – siéntate y hablemos.

— ¿Eres soltera, casada, divorciada o viuda? – preguntó Michael con una sonrisa.

— Soltera.

— Y ¿cómo te has sentido? – pregunto en tono amable.

— Bien, adaptándome, ¿tú también eres asistente?

— No, soy abogado junior – dijo tranquilo.

— Vaya, pero si eres bien joven – dije mientras lo veía aparentaba unos 20 años.

— Soy come años, pero en realidad tengo 29 años – dijo sonriendo y continuo – estoy casado con una mujer hermosa.

— Si Michael es bastante relajado y su esposa es un encanto, tendremos que salir algún día – dijo carla feliz – bueno cuando el trabajo de tiempo – se levantó – muévanse que la jefa ya va llegando.

Entonces ellos se despidieron y se fueron y yo continué con mi trabajo, hasta que después de un rato una mujer rubia de ojos café entro a mi oficina.

— Rossan que lleves esto a la plata de contabilidad – dejo una carpeta sobre el escritorio y se fue.

No sabía cuál era la planta de contabilidad, así que marque la extensión de carla que me indico que era el piso 85, así que me fui hacia el ascensor directo hacia el piso

— Rous – me saludo Tyler en el camino.

— Hola Tyler, ¿cómo vas? – le pregunte mientras caminábamos hacia el ascensor.

— Bien, ¿para dónde vas? – preguntó siguiéndome.

— Piso 85 piso de contabilidad – le dije recordando el piso.

— Yo también – dijo con una sonrisa – ven vamos en el ascensor privado.

— ¿Por qué privado? – pregunté sin entender, mientras me hacía ir hacia un costado donde se encontraba el ascensor.

— Solo mis hermanos y yo podemos entrar en él – dijo mientras lo llamaba y digitaba un código.

El ascensor paro y él y yo ingresamos, de razón nunca me había topado con Santiago o sus hermanos en los asesores, en el siguiente piso la puerta se abrió e ingreso Damien y Santiago, el último ni me miro y solo se hizo en un rincón.

1. El Alfa OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora