1. El Alfa Oscuro

Capítulo 3.36

Santiago

La región de Kémerovo, presenciaba como su alfa el que los debía proteger, masacraba a la mitad de su región, gritaban con horro y suplicaban por piedad, pero, ya no la tenía, habían ocultado al traidor de Todor Markov, el cual valiéndose de su poder utilizo los integrantes de la región como escudo, pensando que eso me detendría, pero ese viejo estúpido no sabía que con Oscurus libre de las cadenas que nos ataban, lo único que reinaba en nosotros era la sed de venganza y sangre.

El viento leve de principios de agosto movía suavemente mi pelaje, mientras secaba la sangre y la región experimentaba su mayor grado de temperatura 25.3 °C. Mi lobezno había nacido hace aproximadamente una semana, tendría que haber nacido para principios de agosto, pero por los cobardes que actúan a las espaldas con trampas y engaños, termino por nacer el 29 julio.

Avance rápido cuando sentí el indiscutible olor de Todor, se mezclaba con el miedo, desesperación y cobardía. Se movía rápido intentando llegar a los límites de Barnaul, pero termine acorralando como la presa que era, agarre una de sus patas traseras mientras la desgarraba con mis dientes, el grito termino por alertar a todos, mientras el anciano perdía su forma de lobo y dejaba ver su forma humana. Intento contener la sangre que corría por su extremidad, mientras que yo solo escupía su pierna hacia un lado y me acercaba de forma lenta a él detallando cada uno de sus movimientos y gruñendo, para incrementar su agonía.

— ¡Piedad! – gritaba con horro el hombre malherido.

"La piedad se pierde, cuando se atenta contra nuestra luna" – dijo Edmond por el enlace de la manada, se encontraba ahí cubriendo mi costado mientras los omegas principales rodeaban a Todor.

— Tengo derecho a un juicio – dijo el anciano buscando una salida.

"No hay necesidad, es culpable, porque así lo decidí, no necesito juicios, ni leyes, porque ya tiene la marca de la bestia" dije por el enlace de la manada "NO TENGO PIEDAD" dijo Oscurus mientras nos terminábamos lanzando contra él.

Termine por desmembrar su cuerpo, pedazo por pedazo, divirtiéndome con sus gritos, cuando no quedo nada de él, termine por irme dejando a mis hombres encargados de recoger el desorden, los familiares de Todor serían llevados como prisioneros y en el juicio se determinaría el grado de culpabilidad, así como su castigo. Lo cual era ilógico porque no iba a ver castigo, solo iba a ver muerte. A partir de hora reinaba mi ley y en ella no se aceptaban contemplaciones. Pavel había sido bastante astuto, pues se entregó ante el consejo, el pobre iluso creí que si era lo suficientemente bueno defendiéndose podía salvarse. Imbécil él y todos los que pensaban que si traicionaban al alfa oscuro podrían sobrevivir.

Cuando llegue a la manada termine por quitarme toda la suciedad y sangre mientras me preparaba para el juicio, si alguien iba a actuar de ejecutor seria yo, cumpliría con el papel de amo y ejecutor, llevándome la satisfacción de matar a todos los que lastimaron a los míos y terminaron por quitármelos.

Antes de partir contemplé a Darko, en la distancia, se encontraba en los brazos de Rachel la cual había llegado al otro día del incidente, Rosaura lo contemplaba con adoración, las dos mujeres se encontraban maravilladas ante él y yo me sentía feliz de que a pesar de todo él tuviera esa atención maternal que muchas veces a mí me falto.

— Todo listo alfa – dijo Edmond mientras empezaba a avanzar y yo solo termine de ver a mi hijo mientras seguía mi camino.

La arena donde se llevaba a cabo el juicio estaba lleno de los integrantes de la manada, los primeros en ser juzgado serían los familiares de Todor, los cuales demostrado con hechos que no tenían nada que ver en las decisiones que había tomado el viejo, así que eran inocente, pero igual eran los familiares de ese traidor, así que su asquerosa sangre corría por sus venas.