10. EL AMOR VENCERÁ AL FINAL

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-Gracias por acompañarme a recoger los anillos y por quedártelos hasta el día de la boda- dijo la pintora a su amiga.

-Ya sabes que siempre es un placer para mí, mon ami- contestó la francesa con una sonrisa.

Maite le devolvió el mismo gesto como respuesta.

-¿Te apetece que tomemos un café?- preguntó la morena.

-Oui, claro. Hasta dentro de dos horas no tengo que volver a la escuela-.

-Muy bien. Mira, ahí hay una mesa libre- dijo señalando con la cabeza la terraza de un bistró que se encontraba en la acera de enfrente.

Ya acomodadas y tras pedir al camarero.

-¿Y qué tal va todo en la escuela?- interrogó la pintora con curiosidad.

-Pues muy bien. Ya se va acercando el final de semestre y de curso, y estamos empezando a preparar la exposición de los trabajos realizados durante todo el año-.

-Es verdad, Camino anda bastante atareada y emocionada con ello. Me he ofrecido a ayudarla, pero quiere disponerlo todo ella sola. Es muy cabezona- explicó sonriendo con orgullo.

-Como su maestra- respondió entre risas.

La morena rio con las palabras de su amiga.

-¿Recuerdas cuando preparábamos las nuestras?- preguntó la francesa con una sonrisa nostálgica.

-Claro. Y también recuerdo cómo vigilaban nuestros trabajos para que no presentáramos nada que se saliera de sus planes y pudiéramos provocar algún tipo de escándalo- contestó riendo.

-Oui. Sobre todo el professeur Bernard- hizo una breve pausa para reír. -Ese hombre no se fiaba nada de nosotras. Aún me mira con recelo cuando me cruzo con él-.

-Hay cosas que no cambian-.

Ambas rieron al recordar su etapa como alumnas de L'Ecole. Tras un breve silencio después de su divertida conversación.

-Por cierto, me encanta el diseño que habéis hecho de las alianzas- elogió la escultora.

-¿Te gusta?-.

-Oui, mon ami. Me parece precioso-.

-La verdad, es que fue idea de Camino. Me dijo que quería que fueran diferentes a las de su boda con Ildelfonso y entre las dos realizamos el boceto- explicó con una sonrisa dibujada en la cara.

-Y la inscripción es muy original-.

-Bueno, eso sí que es cosa mía- confesó la morena.

-¿Ah, sí?-.

-Sí, es una sorpresa para Camino. Espero que le guste-.

-Yo creo que sí, mon ami. Es algo diferente y muy bonito- dijo con sinceridad.

La pintora sonrió con las palabras de su amiga.

-Por cierto, ¿estás preparada para el gran día?- preguntó mirándola a los ojos.

-Claro que lo estoy, no hay nada que desee más que desposarme con Camino, aunque sea de una manera simbólica. Incluso estoy un poco nerviosa-. Dudó un instante -Pero...-.

-¿Pero?, ¿ocurre algo?- interrogó con cierta preocupación.

-No, nada. No ocurre nada. Es sólo que me da pena que no sea legal y no podamos compartirlo con nuestros allegados. Al menos te tenemos a ti- contestó acariciando la mano de su amiga.

-Entiendo cómo te sientes, pero ya os lo he dicho muchas veces. Lo importante es lo que significa para vosotras. No necesitáis el beneplácito de nadie- dijo en tono comprensivo.

Amanecer en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora