nueve

1.1K 99 86
                                    

Flyn

qué tal se te da hacer actos ilegales con propósito de venganza?

Justamente en ese momento fue cuando me lancé a ella sin pensarlo dos veces. Si su propósito era conquistarme, ya lo logró.

princesita
le llego a todo con usted
tú solo dame fecha y hora 😌
(23:06)

Esos fueron los mensajes que le respondí anoche, pero ahora no me ha dejado ni el visto. No sé si se arrepintió o qué, pero esperaré su respuesta. En volá, ya quedó loca conmigo y le cuesta asimilarlo.

Hoy es el gran día de ir a la casa de la Briana. Me estuvo enviando mensajes para que le confirme mi asistencia, es muy insistente cuando quiere. El Bastián no estaba de acuerdo con eso, decía que me estoy acercando mucho a ella. Según yo, está celosín.

—¿Cómo podís confiar en una cuica hueca?—bufa, a mi lado.

Me hago el loco y reviso la hora en mi reloj inexistente de mi muñeca.

—Oh, ya me tengo que ir—finjo un puchero.

—Pero si aún es temprano.

—Tengo una venta antes, me la pidió un contacto, así que no quiero llegar tarde—respondo, agarrando mi mochila y parándome del suelo.

Estábamos en uno de mis lugares: la escuela abandonada. Es de los que más recurro a ir y el único que conoce el Bastián.

—Que te vaya bien entonces—se encoge de hombros.—¿Me puedo quedar un rato más? Estoy haciendo hora antes de juntarme con la Rebe.

Que pena por la Briana. Sus posibilidades van de muy pocas a ninguna.

—No traigas a nadie si—le pido.—Oye, y no la llamís hueca.

—¿La estay defendiendo?—bufa, girando los ojos.

—No lo hago, pero sabes que de hueca no tiene ni un pelo.

—A veces se le sale un poco—excusa.

—A ti a veces se te sale lo weón como ahora, y yo no te digo nada—sonrío, burlón.—Fíjese en usted primero, rey.

Salgo y lo dejo ahí con su mala cara. Es mejor no pescar al Bastián cuando anda con una simpatía del hoyo, así no me termino amargando yo. Además, no me gusta que se refiera así a la Briana.

Ando con la media paja de caminar, así que me subo a la micro y calculo que en quizás menos de cinco minutos ya esté llegando a la plaza de encuentro.

Respondo los mensajes de ventas que tengo y las conversaciones a medias que dejé, pero ninguno me interesa tanto como el que estoy esperando. Ahora que recuerdo... ¿de quién querrá vengarse la rubia? ¿Será del weón de el Borja? Ojalá que sí, sería divertido.

Me bajo frente a la plaza y comienzo a caminar a su dirección. El Wilson me dijo que andaría con un polerón verde y un buzo negro, además de estar con dos chicos más y una mina, cerca de la pileta. De lejos ya los localizo, pero ellos no me ven llegar a sus espaldas.

Paro en seco cuando veo la escenita ante mis ojos. La mina le está dando un piquito a uno de los chicos y el Wilson parece querer hacer lo mismo.

—Yo también puedo, ¿qué me dices, Oliver?—sonríe picarón.

—¿Yo? Ehh... ¿yo?—el nombrado se hace el loco, algo nervioso.

—No lo molestes—se mete el otro chico.

princesita pero no de disneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora