Fantasías - Eremika

0 - Introducción

Mi nombre es Eren Jaeger, tengo 18 años y estoy en el último año de la escuela, no soy el chico más popular, ni soy tan nerd de lo que aparento, solo estoy en el medio.

Tengo varios amigos, tengo buenas calificaciones y quiero entrar en una buena universidad, por lo que me he estado esforzando para lograrlo.

Al cursar mi último año en la preparatoria tuve que conocer a nuevos maestros, todo muy normal en esta preparatoria pero no imaginé conocer a una hermosa mujer.

Mi maestra de lenguaje es 10 años mayor que yo, su nombre es Mikasa Ackerman y siento cierta atracción por ella, no estoy enamorado, solo que su lindo cuerpo me hace enloquecer.

He fantaseado muchas veces con ella, se que sueno como un pervertido pero mirarla cada día hace que mi deseo aumente.

Algunas veces en la clase no puedo dejar de mirar sus piernas, su trasero, sus senos, solo me pierdo y me dejó llevar, aún así no puedo creer que teniendo 18 años me pase ésto... Puedo decir que soy algo patético.

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Mi nombre es Mikasa Ackerman, tengo 28 años y soy maestra de lenguaje encargada de los cursos superiores, llevo 2 años en esta preparatoria y no tengo muchas quejas.

Haber decidido esto en mi vida ha causado la crítica de mis padres una y otra vez, desde siempre han intentado controlar mi vida, es una molestia.

Si quiero tener tranquilidad debo casarme con el hombre que trabaja con mi padre en la empresa familiar, él es un gran hombre y lo veo más como un hermano pero es por el bien de ambos.

Sí, por el bien de ambos.

Para ser sincera nunca me he enamorado, ni mucho menos he tenido pareja, en ningún momento de mi vida he tenido interés por eso, no sé si puedo cambiar de opinión, tal vez debo esperar un poco.

Mi mejor amiga ha intentado aconsejarme con respecto a divertirme más antes de mi matrimonio, me he mostrado indecisa, aún no estoy muy segura.

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-¡Dame tu teléfono, ahora!- Eren no podía moverse, sentía algo de miedo al mirarla tan enojada. -Es una orden, dame tu teléfono- dijo más tranquila.

-Aquí tiene- dijo con la voz temblorosa .

-No puedo creerlo-

-Le juro que...- Mikasa lo miró fijamente. -Le juro que no iba a ser nada malo con eso- no podía evitar tartamudear.

-¿Me has estado fotografiando?- el salón se llenó de mucha tensión en ese preciso y desafortunado momento.