Fantasías - Eremika

14 - Difícil de Olvidar

-Lamento haberte golpeado, pensaba de que pretendías algo con mi hijo- ya con la situación más calmada todo se aclaró.

-No te preocupes, también lo habría hecho si fuera tú, tengo algo de culpa por estar tan distraído- dijo Eren que tenía una bolsa de hielo sobre su ojo. -Lamento haber destruido tu castillo pequeño-

-No lo hiciste con mala intención, te perdonó- como disculpa los padres del niño los invitaron a almorzar.

-Déjame ver tu ojo- pidió su amigo y él se quitó la bolsa. -Ya no se ve tan hinchado-

-Cuando mis padres vean esto, me matarán- Zeke se les acercó.

-Parece que eres del tipo de personas que tienen mucha suerte en el tema de las mujeres- Eren no sabía a que se refería. -Tu maestra en serio es bastante...-

-No te atrevas a decirlo o también quedarás con el ojo morado- no le gustaba que hablarán así de Mikasa.

-Tranquilo chico, cerraré mi boca, aún así no imaginé que se acercará a ti después de ese golpe tan fuerte-

-

Minutos antes

-¿Eren... estás bien?- Mikasa se había acercado lo suficiente.

-Estoy bien, gracias- Eren estaba algo aturdido después del golpe, algo que lo ayudo a no estar tan tenso por ese encuentro.

-Mikasa- el amigo suyo apareció detrás de ella y no fue muy del agrado del castaño. -¿Estás bien chico?- así que solo asintió ante la pregunta hecha.

A Eren le hubiera encantado seguir intercambiando palabras con Mikasa pero aquel tema del castillo se estaba saliendo de control.

-Me agrado verla de nuevo maestra- dijo casi tartamudeando en forma de despedida.

-A mí también Eren- Mikasa quiso salir lo más rápido posible así que se llevó a su amigo y se alejó de él algo confundida.

-

-¿Estás enojado por ver cómo se iba con ese hombre?- no era el mejor momento para que Zeke lo molestará.

-No importa, supongo que ahora ya estarán satisfechos, hablé con ella y ya puedo dejarla tranquila-

-No te vamos a seguir convenciendo para que hables con esa mujer, si tienes miedo no lo hagas y arrepiéntete luego- su amigo lo había puesto entre la espada y la pared.

-

Horas después

-¿Qué demonios te pasó en la cara?- su madre no recibió muy bien la nueva apariencia de su hijo después del golpe.

-Ah... hubo un malentendido con un hombre, actuó impulsivamente y me golpeó, sin embargo ya se disculpo-

-Qué bien, una disculpa te quitará el moretón, juro que si supiera quién es le daría una golpiza de la que no se olvidaría nunca- dijo ella.

-Tranquila mamá, estoy bien, no debes preocuparte por mí- Zeke miraba como Carla aún veía a su hijo como un pequeño niño.

El padre de Eren le ayudó un poco para aliviar la hinchazón del golpe, y luego de terminar se despidieron de los muchachos para que pudieran descansar.

-No imaginaba que tu madre reaccionaría así, parece que para ella aún eres su bebé-

-Antes no me gustaba que me tratará así pero sé que en cierta manera es más feliz si lo hace- Eren se recostó sobre su cama mientras pensaba en todo lo que paso.

-

-Gracias por la invitación, me divertí mucho-

-Gracias a ti por haber aceptar, bien, te dejó- ella miró como su amigo se fue y estando algo agotada entró en la casa.