𝓜𝓸𝓷 𝓪𝓶𝓸𝓻𝓮 [Edmund Pevensie] (Terminada)

Capítulo 12

Narra Edmund Pevensie

_________ se había quedado dormida con su cabeza recargada en mi hombro, sus labios entre abiertos y su cabello revoloteando por el aire, la hacían ver sumamente hermosa y tierna.
Me di cuenta de que sus brazos inconcientemente intentaban protegarla de el frío, así que le acosté en mi lugar de descanso y la abrigue, intentando hacer que su cuerpo entrara en calor.

Gael estaba intentando dormir, pero parecía que no lo conseguía, hacía que se puso a mi lado con una mirada leña de aflicción y súplica.

-¿Puedo dormir aquí? -Preguntó con timidez.

Una sonrisa se apoderó de mis labios. Solo asentí levemente.

-Claro.

Ella durmió a un lado de _______, mientras que yo me recostaba boca arriba, para poder presenciar las brillantes y preciosas estrellas. Hasta que le sueño me noqueó por completo.

Al día siguiente esperaba a el sol me despertara como era mi costumbre, pero Caspian me sacudió intentando hacer que abriera los ojos.

-Ed -Me nombró- Ed despierta -Me llamó una vez más, haciendo que lo viera confuso- Mira.

Una enormes huellas estaban marcadas en la arena, haciendo que entraramos en un profundo pánico.

-¿Dónde está Lucy? -Pregunte preocupado, más no recibí respuesta alguna- Lucy -Susurre- ¡Lucy! -Grité su nombre inquieto.

Gael y ________ despertaron por todo el escándalo que habíamos formado Caspian y yo.

-¿Qué pasa? -Pregunto ________ intentado espantar la flojera y el sueño que la invadían por completo.

-Lucy ha desaparecido -Contesté exaltado y preocupado.

-¿¡Qué?!

-¡Despierten! -Empezó a ordenar Drinian- ¡Despierten todos!

Todos los hombres fueron sacados brutalmente de sus sueños.

-¡De pie! -Empezó a forzar el dueño de aquel barco- ¡De pie les digo!

Estábamos explorando un jardín sumamente hermoso, con arbustos recortados en diferentes formas.

"Como la P de psicología, la U en psiquiatría..."

-Edmund, Caspian -Llamó _______- La daga de Lucy.

"La tinta invisible y la certeza en teología... "

Nos mostro la pequeña arma perteneciente a mi hermana... Estábamos cerca de encontrarla.

Unas filosas lanzas empezaron a caer sobre nosotros, por suerte nadie salió herido, pero todos nos pusimos a la defensiva, desenvainando nuestras espada, y otros hombres tensando la flecha en su arco.