💘Capitulo 28💘

4 3 0
                                    

M E L A N Y

¿Si quería ser fuerte,lo podía ser?

Pasaron varios días. Días que fueron un infierno para mí. Había estado entrenando todos los días en las diferentes secciones. No había faltado ni una sola vez. Todo lo que me había dicho uno de los sujetos que eran los que me escoltaban de mi habitación hacia el patio de entrenamiento, acerca de que no explotaban a las personas, lo estaba comenzando a poner en duda. Los entrenamientos eran demasiado fuerte,nunca había entrenado en mi vida de tal forma. Sentía mucho dolor en mi cuerpo, mis músculos ardían, sentía calambres en mi vientre y abdomen. Me sentía horrible.

No quería seguir entrenando, pero era algo obligatorio que tenía que hacer.

Aún seguía fingiendo que había perdido la memoria, que no sabía nada. Me ha costado mucho,pero no ha sigo algo imposible.

Cristina había estado ayudándome, me traía ropa,me traía la comida, llamaba a los doctores cuando salía lesionada por los entrenamientos.

Adam solo lo había visto un par de veces, venía de vez en cuando a saber cómo estába y como me había ido en el entrenamiento, era los únicos temas de conversación que teníamos,siempre la misma monotomía.

Los demás chicos no los había visto,ni en los pasillos, ni en los entrenamientos.

Mi horario tampoco era el mejor, no tenía tiempo libre. Técnicamente mis días solo se resumían a ejercitarme, entrenar, prácticas. Eso era lo único en que consistía. Por lo menos habia aprendido un poco a como sostener un arma,como noquear a una persona, como bloquear un movimiento y entre otras cosas. No me lo habían puesto tan fácil, siempre terminaba con un moretón o una que otro raspón.

Sin embargo, estaba tratando, de dar lo mejor, de aprovechar todo lo que me estaban enseñando para luego usarlo en su contra cuando fuera necesario, cuando estuviera lista y preparada para escaparme. Porque hasta ahora ese era mi plan.

Huir.

Aún tenía ese sentimiento de que no debía confiar en esta pandilla. En lo que me rodeaba. Mis alertas estaban activadas. No estaba tranquila, andaba inquieta, pensando como siempre, y sin poder dormir.

Haci que mi aspecto empeoraba. Con el pasar de los días me veía más demacrada, llevada por la vida como dicen.

Hoy era domingo, solo por ser el último día de la semana solo tenía un entrenamiento, práctica de tiro libre. La clase era muy práctica, te enseñaban desde como sotener un arma, disparar con ella, como utilizar el arma de tu enemigo en su contra y un montón de cosas. Hoy nos enseñarían a como utilizar un arco y flecha.

Luego de que Cristy trajera mi desayuno, desayune y me vestí, lo más temprano posible, lo que había aprendido del poco tiempo que había comenzado los entrenamientos era que los sujetos que me escoltaban eran impacientes.

Así que cuando los sujetos que aún no sabía sus identidades, tocaron a mi puerta ya estaba lista.

Con ellos detrás de mi y yo caminando sabiendo el camino de memoria, llegamos al patio, me dirigí a la sección de tierra y me quedé parada esperando a los demás que estarían conmigo entrenando.

No había conocido a nadie, ni había tenido ninguna charla particular con alguna de las personas que veía a menudo. No quería socializar con nadie, porque no me quería encariñar porque sabía que nadie era de confiar.

— Buenos días — saludo Paulo el teniente que se encargaba de esta sección.

Todos devolvimos el saludo, y comenzó a explicar lo que haríamos.

White Mask©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora