💘 Capitulo 29💘

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M E L A N Y

Los besos son inicio de un sentimiento mucho más fuerte que el mismísimo orgullo.

Esa noche no podía consiliar el sueño. Me movía hacia todos lados, cambiándome de posición constante. Suspiraba, chillaba, me tapaba los ojos con las manos o con la almohada.

No podía dormir por más que intentara al cerrar los ojos.

Sentía un peso en mi sien, y mis ojos ardiendo por el trasnocho. No sabía que horas eran, pero calculaba que debían de ser como las dos o tres de la mañana. Suspire con pesar y me levanté de la cama.

No era la primera vez que me pasaba, siempre que se manifestaba un trance o un ataque de ansiedad, quedaba con insomnio, y Aveces no era solo un día, había momentos en que duraba sin poder dormir una semana. Y siempre que me pasaba tomaba leche tibia y lograba consiliar un poco el sueño, pero aquí, no podía beber nada, no sabía dónde quedaba la cocina, solo había conocido en pasillo y el patio de entrenamiento.

Incluso seguía durmiendo en la habitación en dónde me habían tenido cuando estaba en coma, había pensado que era de un hospital o algo así, pero resultaba que no,por lo que me había dicho Cristina los primeros días era que; todas las habitaciones eran así, tenían un estante con cosas quirúrgicas de primeros auxilios para casos de emergencia. Porque siempre habían personas que quedaban heridas y había poco profesionales.

Mañana tendría entrenamiento y estoy tan cansada, si faltaba me sumaban más circuitos y no quería eso,pero no podía hacer más nada, tendría que atenerme a las consecuencias. Sentía mis energías agotadas, y en esa condición nisiquiera me dejarían entrenar. Tal vez me darían algún tipo de regaño, para luego mandarme a dormir, y al día siguiente explotarme con muchos ejercicios y circuitos de entrenamiento, hasta que me vieran al punto de morirme, no exageraba. Porque había visto a varios pasar casi lo mismo y los hacían hasta llorar.

Estire mis brazos por arriba de la cabeza, y bosteze con el cansancio apoderado de  todo mi ser.

Cuando me levantaba sentía el sueño apoderarse de mí cuerpo y cuando me recostaba para dormir se me quitaba casi instantáneamente. Era un martirio, pero no tenía algo que pudiera bebér,ni leche tibia,ni té.

Sin mucho ánimo salí de la habitación cerrándola detrás mí. Y camine por el angosto pasillo que estaba en penumbra,  un pequeño escalofrío recorrio mi escuálido cuerpecito por el miedo que no iba a negar,me daba.

Camine hasta llegar al baño, entré torpemente cerrando con pestillo. Me lave la cara con agua y jabón de tutti frutti que olía demaciado rico, para luego salir nuevamente.

Y se me ocurrió una idea alocada, de esas que llegaban en la mente de repente y uno sin pensar las ponía en acción.

— ya yo hice lo que tenía que hacer, ahora eres tú la que tienes que encontrar las respuestas por ti misma— se levantó y me tomo del hombro— no tendría chiste de que te las diera yo en bandeja de plata.

Si quería encontrar respuestas tenía que buscar, eso incluía arriesgarme aúnque lo quisiera.

Así que me dirigí aquella puerta en dónde había encontrado mi expediente tirado. Tratando de no hacer  ruido . No me importaban las cámaras de seguridad, porque sabía que Cristina eliminaría esas grabaciones. Después de todo, ella misma me había impulsado a ésto.

¿Porque confiaba tanto en ella?

Porque había algo en esa chica que me inspiraba esa confianza, que me hacía pensar que no mentía y que me había dicho toda la verdad.

White Mask©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora