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El reflejo del sol pegaba a través de mi ventana en la mañana. Podía sentir el calor que generaba en mi piel, a su vez, sentía el frío ambiente de mi cuarto y la comodidad de mis suaves almohadas, esta mañana se sentía todo tan igual a cada uno de mis días al despertar, la paz de mi burbuja era increíble. Solo que... había algo no típico, y que me recordó que no estaba en mi burbuja como siempre, sentía una presión sobre mi lado derecho del cuerpo, no me hizo falta ver porqué, sabía perfectamente quien era...

Cameron tenía su brazo montado justo sobre el mío, así se había quedado dormido anoche mientras yo buscaba en mi mente las cinco maneras más fáciles de suicidarme. Ironía ? Se supone. Realidad ? Lo estoy considerando seriamente.

Te responderé a la única pregunta que sé que tienes en mente, no, no me besé con Cameron.

Luego de que me retara a hacerlo estando justo encima de mis labios lo llamaron, era el guardaespaldas al que había mandado a casa, le explicó que habían cortado los cables de la electricidad y que habían roto una de las ventanas de la casa. Al terminar su conversación con él se volteó y yo le dije bastante incómoda que no sabía que estaba pasando pero que lo atribuía por completo al tequila y a la situación de pánico.

El me dijo que opinaba lo mismo y que lo perdonara por actuar así de impulsivo solo por estar alterado, dicho esto, se sentó en la cama a ver tv conmigo, reímos un rato y luego se quedó dormido. Fin de la historia.

Para otras personas quizás esa situación sería incómoda, para nosotros fue completamente normal, como si nada hubiese pasado y de hecho me parece sentir que fortaleció un poco el trato y la confianza entre ambos. Incluso creo que podemos llegar a ser algo parecido a "amigos". La verdad es que el alcohol jode mucho el juicio de las personas, y en malas situaciones es aún peor el efecto, y exactamente eso nos pasó.

No quería despertarlo, parecía un ángel dormido, su color de piel dorada, sus largas pestañas, sus ojos grandes y cerrados, sus labios carnosos, su cabello con hondas negro, todo él parecía un puto ángel, solo que no estoy segura de si es un ángel bueno o un ángel caído, sin embargo vale la pena la vista. Pero ya era hora de que se fuese.

- Cameron...? - dije bajito.

El suspiro fuerte pero seguía sin moverse.

- Cameron...? -le dije un poco más alto y zarandeándolo.

Cameron se movió solo para voltearse y taparse la cara. Dios, hasta para esto tenía mal genio.

Me levanté y le hice una técnica maestra que vi más de una vez en la television, le desarropé la mitad del cuerpo, agarre sus tobillos y entonces lo jalé con todas mis fuerzas hasta que casi cae al suelo. En realidad, eso generó un ataque de risa para mi porque se volteó con cara de pánico.

- Que mierda Gaía? Eres enferma? Tienes algún problema? -dijo levantándose molesto y sentándose en la cama.

- Jajajajajaj yo... yo queria... -intenté decirle pero la risa no me dejaba.

- Maldición estás esquizofrénica -dijo mientras se rascaba los ojos.

Me miró fijamente con una cara de odio que hizo que me riese más y, para mi sorpresa, el mostró una leve sonrisa.

- Ya puedes parar de reír sabes ? -me dijo sonriendo aún.

- Buenos días campeón. Ahora largo de mi casa - le dije  con una gran sonrisa.

En busca de mi Saturno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora