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No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, tenía a Cameron allí frente a mi. Estaba completamente impresionada de que él estuviese en ese sitio.

¿Qué hace aquí? ¿Vino a buscarme? ¿Estaba loco? Tenía que estarlo. Nadie en su sano juicio buscaría a una persona en un viaje...

Sentí un leve retortijón en mi estómago cuando volví a mirarlo, él tenía una media sonrisa pero sus ojos no me expresaban nada más que algo sumamente oscuro, y entonces lo recordé, recordé claramente que la noche anterior tuve un terrible escalofrío y sentí la mirada de alguien sobre mi en el pasillo, debía ser él. Estaba segura de que era él.

La voz de Noah sonó como un timbre en mi cabeza diciéndome "es él Gaía, siempre ha sido él". De nuevo, ese escalofrío recorrió mi espalda por completo. No le dije nada solo me levanté de golpe, agarré mis cosas y sumamente confundida caminé rápido hacia la entrada a los ascensores.

Ni siquiera fui consciente de que me seguía hasta que al montarme en el ascensor el entró conmigo. Presione las puertas para que no se cerraran, no tenía muy claro el porque pero me sentía asustada.

- Bájate por favor -le dije en un tono muy bajo, casi inaudible.

- Y una mierda, yo no me muevo de acá. -dijo él. Aún tenía esa media sonrisa que, al detallarla, Era aterradora porque sus ojos no expresaban nada más que rabia.

- Cameron, bájate del ascens...

Se acercó y dio un fuerte golpe Justo al lado de mi cabeza antes de decir :

- No me bajaré del puto ascensor. -dicho esto, quitó mi mano del botón que sostenía la puerta y la misma se cerró rápidamente.

Ninguno de los dos habló por un momento, yo solo estaba planeando cómo hacer para entrar a la habitación sin que el pasara, tendría que correr muy rápido o llamar a papá que quizás y solo quizás estaba al lado.

Cameron interrumpió mis pensamientos cuando rió levemente.

- Qué? Me dirás que ahora estás molesta conmigo? Fuiste tú la que me dejó como tonto. -dijo el dando un paso atrás y mirándome de arriba a abajo.

No era experta en llevar el control con personas bipolares pero en definitiva tenía que controlar esta situación antes de que intentara hacerme daño, porque sentía que eso haría.

- Cameron, cómo que te abandoné...? -comencé, con la voz muy suave y mirando a las puertas del ascensor que aún iba subiendo.

Entonces Cameron empezó a gritar.

- Nos besamos Gaía. Nos besamos hace dos noches y ayer pareciste olvidarlo por completo. -dijo con voz irónica. - Te he texteado, te he llamado, hasta tuve que llamar a Allexa para saber donde estabas y aún así no supe nada de ti porque no dijo absolutamente nada. Solo que debía darte tu espacio y bla bla bla -dijo este aún con la voz muy alta y caminando en círculos en su sitio.

Sin embargo, hubo algo de lo que dijo que llamó mi atención.

- Que tiene que ver el beso con que estes acá ? -le pregunté, faltaba un momento para llegar a mi piso.

Este volteó a mirarme y sentí la ira que expresaba.

- Ese maldito beso no significó nada para ti, por lo visto. - Su expresión al mirarme fue totalmente de Asco.

Y Justo en ese momento, se abrieron las puertas del ascensor, el estaba pasando la mano por su cabello mientras me veía fijamente y aproveché que no salió primero
Para correr. Creo que fue la carrera de mi vida, ya tenía la llave en la mano así que llegue rápidamente a mi puerta y logré abrir, aunque lamento informarles que si hubiese sido la carrera de mi Vida en definitiva acá acabaría mi relato porque cuando pasé la tarjeta por la puerta Cameron me empujó dentro con él.

En busca de mi Saturno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora