No tomarse en serio, solo son pequeñas historias para entretener a la gente, si no te interesa abstenerse de leer
Todos los personajes de Kimetsu son propiedad del cocodrilo diabólico
El lugar estaba destruido, los pequeños animales que habían en el lugar hace un tiempo que se escaparon.
El amanecer no estaba lejos de llegar, solo faltaban unos excasos minutos para que los primeros rayos de luz del día lleguen a la tierra llevándose a la noche con ella.
Parados en el medio del terreno se encontraban un rubio con heridas que se iban cerrando, excepto por una donde estaba la mitad rota de la espada Nichirin de Makomo la cual tenía la vista algo agachada mientras se concentraba en la respiración de concentración total para ayudar a circular la sangre y detener la hemorragia.
Zenitsu:-se levanta un poco-la eutopia en la que un rey vivirá tras la muerte, intocable para muchas personas, la protección definitiva impenetrable-se va acercando a la Pilar que no se mueve ni siquiera levanta la cabeza para mirarlo-así que esa era la respiración más fuerte de la respiración de agua que adaptaste a tu estilo-levanta su mano acercandola al rostro de Makomo la cual levantó la vista para observarle-que mujer más odiosa, plantandome cara hasta el final... Y aún así no puedo evitar estar interesado realmente en ti y el poder conocerte más.
Makomo:-no dice nada mientras lo mira al rostro y nota que no hay nada de mentiras o planes de atacarla en su rostro o alguna expresión en el resto de su cuerpo, lo que sí nota es como el sol estaba empezando a llegar a donde ellos-.
Zenitsu: ay tesoros que son realmente hermosos, por el simple echo de no poseerlo-empieza a retirar la mano de su rostro-esto es un adiós pilar del arrolló, realmente me divertí al estar contigo, me la pase realmente bien-dice con una pequeña sonrisa mientras la luz finalmente le llegó pero no grito ni hizo una sola queja, solo dejando que su cuerpo se deaimtegrara-.
Makomo:-mirando al cielo mientras su vista se nubla-rayos, realmente estoy loca al decir esto.... Pero quisiera haber sabido más sobre ti, lastima que no sea posible ya.
Sus piernas fallaron, al igual que sus brazos, lo único que pudo hacer fue caer para atrás en un ruido sordo mientras observa el vasto cielo del amanecer con una sonrisa pequeña.
Makomo: si tu y yo nos volvemos a ver y ambos somos humanos, no me molestaría que me pidas una cita-dice mientras lentamente cierra los ojos para no volver a abrirlos, mientras un grupo de kakushi llegaba a lo lejos-.
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Ya, la próxima será la última lo juro por Diego maradona, sin mas bye
