✞ᴜɴ ᴍᴇs ᴅᴇsᴘᴜés✞
Dicen que las fases de un duelo son; 1. Negación. 2. Ira. 3. Negociación. 4. Depresión y 5. Aceptación. Y si así era, Mitsuya no tenía idea de en cual de ellas estaba.
Se podría decir que estaba en un punto neutro. Ya no había llorado, pero tampoco estaba riendo. Comía, dormía, actuaba como siempre lo había echo, todo con normalidad. Nadie notaba algo fuera de su rutina.
Aunque claro, eso solo aplicaba para él.
Había pasado ya casi un mes, un mes, pero esos tres individuos en particular seguían... mal, solo mal. A Mikey no podía ni mencionarle el nombre de Natsuki porque parecía que se quedaba en otra galaxia, Emma iba a visitar a Niake todos los días y se consolaban entre ellas, Keisuke buscaba pelea más de lo normal y siempre se lo veía con los nudillos rojos.
Niake fue quien peor se lo tomó, es decir... era su hermana. No había día en que no estuviera con ella, siempre había estado ahí, estuvo cuando nació, cuando caminó, cuando habló, cuando rió, siempre y de repente... ya no estaba. No sabía que hacer para que ese vacío se fuera.
En ese punto, ya parecía imposible.
Talemichi regresó al futuro, y habló con Naoto sobre lo que había pasado. Concordaron que debía regresar y asegurarse de que todo acabara bien, ya que, nada les garantisaba que Hakkai ya no intentaría unirise a los Black Dragons o que Kisaki mataría a Emma, o que Izana apareciera.
Chifuyu solo seguía, como podía, tenía a Baji a su lado, claro, pero aun le faltaba la otra azabache. Aquella que podía ser seria, pero sonreía engreída cuando estaban frente a un oponente que no era rival para ella. Aquella que le había enseñado su característico golpe de vuelta. Aquella que había estado junto a él en su habitación y había jugado con Peke J. Aquella que admiraba y quería.
Simplemente se notaba que ya no estaba.
─¿Por qué Suki-chan ya no viene a visitarnos? ─preguntó Mana, sentada junto a sus hermanos en el salón. Mitsuya se tensó inevitablemente, su corazón se aceleró, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para que su respiración no se cortara─. ¿Está molesta con nosotras?
─No, claro que no...
Trató de que su voz no se quebrara, hasta que bajó la vista a los ojos lilas de su hermana y suspiró. Luna también preguntó, preocupada─. ¿Pelearon...?
─No, tranquilas, todo está bien.
─¿Y por qué no viene?
─Lo que pasa, que es... ─relamió sus labios, pensando en algo que les pudiera decir y que no hiriera sus sentimientos─. Ella se ha ido... no podremos verla por un tiempo...
─¿A dónde ha ido?
─¿Cuándo va a regresar?
Mitsuya parpadeó, abrumado, pero para su salvación en ese momento la puerta fue abierta y su madre entró con algunas bolsas en las manos. Las niñas fueron a recibirla con alegría mientras que el de cabello plateado que quedó quieto, mordiendo el interior de su mejilla con fuerza.
Al escuchar el llamado de su madre relamió sus labios y se colocó de pie para atender, sin darse cuenta que estaba haciendo todo aquello que su amada hacía por costumbre.
Fue suerte, ya que no sabía que les contestaría a sus hermanas en ese momento. ¿Qué se supone que debía decirles? Natsuki murió, ya nunca la volveran a ver, lo siento. ¿Y hacerlas pasar por ese sufrimiento innecesario? No, ya era suficiente con el suyo propio.
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𝔹𝕣𝕦𝕥𝕒𝕝 𝕃𝕠𝕧𝕖 | 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐬𝐡𝐢 𝐌𝐢𝐭𝐬𝐮𝐲𝐚
Fanfiction¿Qué hay entre el Amor y la Paz? Él tiene mucho amor que dar. Ella no sabe lo que es la paz, o al menos, la paz interna. La Felicidad. Han pasado muchos años, desde los que ella no es feliz. Pero él... él puede cambiar eso, o al menos, puede intente...