No era justo.

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Mis clases habían terminado, ahora tenía que ir a casa.

La mayoría de estudiantes habían salido del aula de clases, solo quedaba yo y un par de compañeros más.

Salí del salón y pude sentir ese bochornoso calor de la ciudad, dentro de las instalaciones hay aires acondicionados y por ello no se sentía el gran calor.

Baje las escaleras mientras guardaba mi cuaderno. Ya la gran mayoría de chicos estaban afuera de la institución, muchos esperando a sus padres, choferes u otros despidiéndose de su amigos.

Me acomode el cabello hacia atrás.

Aún no había visto a Walter, un chófer exclusivo de la casa y cuando no lo veía se suponía que papá le daba el día libre y entonces yo podía ir sola a casa.

Pero de pronto mis ilusiones desaparecieron.

—¿T/N Williams? —un hombre de traje, cabello muy bien peinado para ser verdad, un olor delicioso en él que era sorprendente, me preguntó.

Quizás fue notable mi cara de lo confundida que estaba.

—¿Eres? —no pude evitar preguntar.

—Trabajo para su padre, me solicitó que viniera a recogerla a usted y que no se le otorgará ninguna salida extra —hablo el sujeto que se veía con muy buen porte. Seguridad y me sorprendió lo de "usted" el se veía joven. Hablo de que quizás tenía unos veinte años.

—¿Perdón? —tenía en claro lo que me dijo pero todo eso me dejó en un shock.

—Señorita T/N, apartir de ahora seré su guardaespaldas privado. Si me permite tenemos que irnos ya, porque su padre la está esperando justo ahora —me volvió a decir con seguridad.

Sacada de onda me subí a la camioneta.

Durante todo el camino el sujeto no hizo ni pío.

(***)

—¡No necesitó de nadie, papá! —había llegado a casa y mi padre me acaba de explicar lo que ahora sucedería en adelante.

Contrato aún guardaespaldas, porque piensa que no estoy segura de mi misma sonaba absurdo.

—Aidan, te acompañará, te llevará y te traerá a casa. Él será tu nuevo guardaespaldas de aquí en adelante.

—Escuchas lo que dices papá —hice enfasis.

—T/N, no pienso discutir contigo de nuevo. Me basta suficiente para tener que lidiar con tu mamá, ahora contigo —papá se estaba volviendo a alterar pero eso no justificaba lo que hacía.

—No necesitó que alguien me cuide, puedo sola. Siempre pude sola —eso era verdad no necesitaba de nadie.

—Escucha T/N, Aidan está aquí por trabajo, solo será temporal porque el estúpido de Félix no puede seguir trabajando para nosotros y nos sugirió a su sobrino, que para nada fue una idea muy agradable —Félix era mi antiguo guardaespaldas que por cierto después se convirtió en mi chófer.

—Ahora dejalo trabajar, no intentes hacer alguna estupidez de acuerdo. Quiero ver de qué está hecho Aidan. Aunque la idea suene fatal necesito gente —dijo mi padre.

—Si está bien, supongo que no hay problema alguno —dije ya sin otra opción.

—T/N tienes que comprender la gravedad el asunto, ahora no podemos despilfarrar el dinero. No estamos en condiciones de hacerlo, acabo de recibir una demanda en mi nombre y necesito de los mejores abogados, pude contratar a algunos hombre con menor capacitación.

—Lo se padre padre pero no es justo, entiéndeme solo un poco.

—Quiero entenderte hija pero no puedo, si me disculpas tengo asuntos que atender. Hablamos más tarde —finalizo.

Mi padre era así. Los problemas siempre era lo primero y la familia era lo último.

Ahora me tenía que hacer a la idea de tener a un guardaespaldas privado de nuevo. Pero no por mucho tiempo.

(***)

Estaba en mi habitación, escuchando música mientras ya terminaba mis tareas, realmente no eran muchas pero tenía que ir a la fiesta de Cole con Alicia y no quería perdermelo.

Terminé como pude, me arregle.

Me puse una falda un tanto corta, junto con un top negro y mis tenis. Me deje el cabello suelto.

Las temperaturas afuera estaban fuertes pero como estaría adentro de la casa no me preocupaba tanto.

Tome mi celular como siempre y llevaba un poco de maquillaje en mi bolsa.

Baje las escaleras y como siempre la oficina de papá estaba que ardía no quise saber porque y seguí bajando hasta llegar afuera.

Ahí estaba él, mi nuevo guardaespaldas. Estaba muy entretenido en su celular podía verlo desde lejos.

Llegué y él estaba adentro de la camioneta.

—Necesito ir aún lugar —le informe.

—Su padre no me fijo un horario, mucho menos a esta hora —fue lo que me respondió mientras seguia concentrado en la pantalla de su celular.

—No, pero necesito salir. Es una fiesta y tengo que ir —le volví a decir.

Luego se escuchó el sonido del juego candy crush.

—Necesito entonces informarle —dijo después de apagar su celular y guárdalo.

—Si de acuerdo.

Subí a la camioneta entonces el hizo una llamada, suponía que era a mi padre.

—Ya te lo dije, no puedo —hablaba Aidan un poco molesto, pasaron unos minutos y la discusión aún seguía hasta que el colgó.

—¿Y qué te dijo mi padre? —fue lo que yo pregunté curiosa.

—No hablé con tu padre —contesto él, simple.

—Como que... Te dije que tengo prisa es urgente, podrías pisar el maldito pedal e irnos —estaba molesta. No quería llegar más tarde a la fiesta porque me quedaría menos tiempo para disfrutar.

Aidan negó con la cabeza y eso hizo enfadarme aún más.

—Se supone que estás aquí para obedecer órdenes y no veo que las estás cumpliendo —le recordé.

—Solo sigo órdenes de su padre T/N —agrego así sin importancia.

—Pero de que mierda hablas, sabes no necesito de nadie ni de un estúpido guardaespaldas ni de mi padre. Puedes hacer lo que quieras —y aunque esa no era yo baje de la camioneta.

Tenía que buscar una maldita manera para poder ir a la fiesta, no pensaba quedarme aquí toda la noche.

Se puso un poco intenso, siento que quedó bien, si lo se falta más. Pero apenas va comenzando y esto quiero llevarlo lento y sin prisa.

La verdad que a mí me gustó esta parte aunque no llevará tanto chisme, pero me gustó 😌.

Ojalá la puedan seguir leyendo al igual que votar. Besos 💕

Si quieren a un personaje en específico déjenlo en los comentarios.

UNA MALA INVERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora