Deberiamos ser mas sanos

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Malditas nauseas

Eso era lo que pensaba mientras intentaba no vomitar—de nuevo—al lavarse los dientes, el sabor de la pasta dental era asqueroso, la menta en su boca le producía agruras, nunca había pasado, pero pensaba que era una de esas cosas extrañas que suceden sólo una vez en la vida—o en una semana—, que se eliminaría con el paso de los días, no debieron cambiar de marca de pasta dental. Era asquerosa.

Salió del baño aseado, estaba listo para ir en tren a su trabajo donde seguiría ayudando en la producción del album de un idol con complejo de dios griego, que se quejaba todo el tiempo de cosas triviales, como ensuciar sus Gucci. Los soportaba, porque junto a los demás grupos que empezaban, eran quienes cantaban sus canciones y de otras personas, que no importaban en su ecuación mental.

—Buenos días—saludó a su mejor amigo, quien le regaló una sonrisa grande y hoyuelezca (si es que existía esa palabra) mientras tomaba su desayuno.

—Hola, vaya, estás más pálido que de costumbre ¿Seguro no quieres ir a un doctor?

Se sentó en la mesa y sirvió cereal, no tenía estómago para nada más que azúcar procesada y colorantes. —No, es sólo una infección estomacal.

—¿Se te quito la diarrea? —preguntó bebiendo un poco de su café helado.

—Sí, la coca cola con limón y maicena ayudó—asintió—. ¿De dónde sacaste ese truco?

—Internet—suspiró—. ¿No crees que deberíamos comer más sano?

—Fequefeftafahflando—soltó con la boca llena.

—Comer cereal y arroz con salchichas no es comida—chasqueo la lengua.

—No me vas a quitar mi cereal—bufó—. Además, no es como si pudiera cocinar algo, trabajo.

—Bueno eso sí, intentaré llegar temprano y hacerte una sopa.

—¿Acaso queires envenenarme? ¿Tú cocinando? No gracias, prefiero seguir con mi cereal.

—Baboso, vamos, te acompaño a la estación.

—Vamos—suspiró levantándose.

Namjoon, su mejor amigo, un chico de 1.80, con un súper cerebro y mucha torpeza se levantó para ir a lavarse los dientes, él ni de chiste lo haría, sacó un chicle de fresa y lo mascó mientras esperaba en la entrada, cuando su amigo apareció ambos salieron del edificio en donde vivían, era lindo y acogedor, cerca de la estación, conveniente para ambos, caminaron dos cuadras hasta que llegaron, Namjoon le seguía de cerca, los dos tomaban trenes diferentes, así que se despidieron en la estación.

—Come algo ligero—dijo despidiéndose con la mano.

—¡No rompas nada!

Namjoon no se volvió, sólo levantó la mano mostrando el dedo medio, Yoongi rio, se trepó a su tren, iría de pie como siempre, aunque ese día en especial, los aromas de las personas que estaban alrededor le parecían demasiado fuertes y asquerosos, hizo un esfuerzo doble para no vomitar, agradeció al cielo cuando estuvo fuera de ese tren.

Caminó dos cuadras hasta la empresa en donde trabajaba, no era la mejor, pero la paga era buena, y le daban libertad creativa, lo cual agradecía, entró mostrando su identificación y tomó el ascensor, maldiciendo al instante, porque ahí estaba su dolor de cabeza.

—¡Yoongi Hyung!

—Hola Jimin—respondió con una sonrisa amable.

Park Jimin era la estrella de esa pequeña empresa, el artista prodigio, quien era amado por todos, a Yoongi le caía muy bien, era un pequeño alfa enano con buenos modales y un dientito chueco, una monería, tierno y bonito, pero muy muy muy molesto.

We Made A Baby ♥︎NAMGI♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora