Debido a una trampa, Boruto termina viajando en el tiempo al pasado.
Donde tratará de encontrar la forma de volver a casa.
Para eso necesitará ayuda, y el actual Hokage le brindará esa ayuda, pero en lo que logran descubrir la forma de regresarlo a...
Fue algo complicado encontrar el lugar donde estaban, pero gracias a un aldeano que la vió pasando en la tarde pude dar con la pequeña cabaña.
Había llegado cuando estaba anocheciendo, pero tuve que volver a la aldea; lo más seguro es que Sakura esté con él y no quiero que me vea, así que esperaré hasta mañana para ir a ver.
Por ahora descansaré.
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Me levanté a primera hora y ahora voy en camino a la cabaña.
Talvez sea muy temprano para ir, aunque esperaré hasta que Sakura salga, si es que está, para poder entrar.
Al llegar me escondo cerca de unos árboles cuando veo que Sakura está saliendo de la cabaña.
Afortunadamente no tuve que esperar mucho para entrar.
En cuanto ví que se perdió entre los árboles me acerco a la cabaña.
Intento ver si puedo entrar por la puerta, pero al confirmar que estaba cerrada voy hacia las ventanas; afortunadamente encontré una abierta en la parte trasera.
Ingreso con mucho cuidado y veo mi alrededor; está tranquilo y un poco oscuro, ya que aún no acaba de salir el sol. Sigo caminando de forma silenciosa, buscándolo.
Subo las escaleras y veo varias puertas, entro una por una inspeccionando el interior y a la cuarta puerta me detengo.
La habitación tiene ropa regada, su ropa.
Me adentro de forma lenta y cierro la puerta.
Él aún está dormido, pero las sábanas no lo cubren totalmente y exponen la parte superior de su cuerpo.
Puedo ver las marcas de uñas en su pecho y abdomen, pequeñas mordidas por su pecho y cuello, chupetones en cu cuello.
Mi corazón se oprime ante la clara idea de lo que pasó aquí.
Sé que aún es su pareja y la madre de su hija, pero eso no evita el dolor en mi pecho.
No debería sentirme traicionado por esto, pero aún así lo hago.
Estaba por irme; era un poco, muy, claro que me había equivocado al pensar que estaría aquí sin su consentimiento.
Pero al dar la vuelta ví algo en su tobillo llamó mi atención.
Era algo que sobresaltaba bajo la sábana.
Así que me acerco y la levanto con cuidado.
Mi ceño se frunce y quito la sábana, casi, completamente de su cuerpo, dejando cubierta su parte íntima.
Una cadena está en su tobillo izquierdo y puedo ver la marca de una cadena en su tobillo derecho.
Sigo la cadena con la mirada y está unida a otra, la cual no había notado que estaba en su mano por estar viendo las marcas en su pecho, ambas conectadas al suelo.
