Tiempo | BoruSasu |

Desastre

Desperté gracias al rico aroma que invadió la habitación.

Me levanté de la cama y caminé a la puerta con los ojos medio cerrados.

Aún tenía sueño, pero mi estómago reclamaba comer lo que sea que huela tan bien, así que me dejo guiar por el olor.

Al llegar al comedor me siento en la silla y recargo mi cabeza en la mesa, mantengo los ojos cerrados y escucho el movimiento que hay en la cocina.

-. Tuve un sueño raro.- dije un poco alto para que mamá me escuchara.

No oí respuesta así que decidí seguir hablando.

-. Estaba en la aldea pero está se veía más.-  pensé un momento en la palabra que debería ocupar mientras me estiraba y soltaba un bostezo -. ¿Simple?, Creo que sí; y todos eran diferentes, bueno, no diferentes, más bien jóvenes; algo así como un viaje....

Cuando abrí los ojos no pude reconocer el comedor.

-. ¿Cambiaste la decoración?.- pregunto levantándome y viendo el lugar.

-. No cambié nada, así es mi casa de seguro aún estás medio dormido.- una voz masculina se escuchó a mis espaldas -. Y no me importan mucho tus sueños raros.

Me quedé quieto y unos segundos después giré la cabeza hasta dar con él acomodando la comida en la mesa.

Maldición.

No fue un sueño.

-. Y no creo que sea adecuado que andes por la casa sin camisa.- volteó a verme.

Mierda.

Sentí mis mejillas arder al comprobar que no tenía camisa.

En casa suelo dormir sin una, pues en las noches me da calor o inconscientemente termino quitándome la si duermo con una.

-. El clima no es muy favorable por las noches y podrías enfermar.

El sonrojo aumento al ver que me veía fijamente.

-. Y-yo.- no supe que decir, así que hize lo que pensé era más conveniente para la situación.

Salí corriendo a la habitación soltando un grito y me encerré.

Muy razonable a mi parecer, cualquiera haría eso en mi situación.

¡Que vergüenza!

Llevo mis manos a mi rostro, tratando de tapar el sonrojo.

Primero casi le digo lo del viaje en el tiempo y segundo me ve casi desnudo.

Soy un desastre.

Me levanto luego de lamentar me, camino hacia donde está mi camisa y sudadera; agarro solamente la camisa y me la pongo.

No quiero ir, siento que moriré de vergüenza.

Suelto un suspiro y camino a la puerta, para después ir al comedor.

Tampoco es como si pudiera evitarlo estando en su casa.

Camino con resignación hacia la mesa una vez llegué al comedor.

Tenía la cabeza agachada por lo cual no veía a Sasuke, me siento y me quedo quieto.

-. Hasta que vienes, la comida se enfriará si no comes ya.- su voz se escuchaba relajada.

No había ningún atisbo de burla o enojo.

Con pena, levanto la mirada; él estaba sentado mirándome con desinterés.