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Todo.

Maratón 4/?
Capítulo dedicado a SaloCedrez

Me levanto del sillón cargando a Sasuke y comienzo a caminar hacia la habitación.

No podía dejar de verlo mientras sonreía, su belleza me deja cautivado en cada momento y su personalidad hace que mis sentimientos por él crezcan aún más.

Abro la puerta de forma cuidadosa para no lastimarlo y me adentro en la habitación, cierro la puerta detrás de mí y caminó hasta la cama, donde lo dejo recostado.

Ambos nos sonreímos, me acerco a sus labios y comenzamos un beso apasionado.

Sus manos se pasean por mi espalda y las mías por su cintura y muslos.

Con movimientos lentos empieza a quitarme la sudadera y después la playera.

Me separo de sus labios y comienzo a quitar su playera, me detengo un momento a observar su blanca y tersa piel mientras mis manos recorren su abdomen con lentitud.

Un suspiro sale de sus labios.

Él también recorre mi anatomía con su mirada, sus mejillas se sonrojan cuando nuestras miradas chocan.

-. Eres tan hermoso.- bajo hacia su cuello y comienzo a dejar besos húmedos.

Mis manos van al comienzo de su bermuda y la bajo lentamente.

Suspiros y pequeños gemidos salen de sus labios rojos.

Una vez logré quitarle la bermuda junto al boxer me separo de su cuello y me quito mi pantalón y mi boxer.

Su mirada vuelve a recorrer mi cuerpo y la mía el suyo, pude ver un destello de nervios en sus ojos.

Llevo mi mano a su mejilla y hago que su mirada se pose en la mía, sonrió para tranquilizarlo y acaricio su mejilla para calmarlo.

-. Si quieres que me detenga solo dímelo y lo haré.

Asintió tímidamente antes de abrazarme por el cuello y juntar nuestros labios nuevamente.

El calor de nuestros cuerpos se mezcló, las caricias no tardaron en surgir y los suspiros de amos morían en nuestras bocas.

Bajo los besos a su cuello, a sus clavículas y a su pecho; dejó mordidas y lamidas ganando más suspiros y gemidos de su parte.

Una de sus manos bajó a mi miembro, comenzó a moverla de arriba hacia abajo.

Me separo de su pecho y llevo tres dedos a su boca.

No tuve que decirle nada, abrió su boca y dejó que metiera mis dedos a ella.

Comenzó a lamer los, los mordía de vez en cuando y su mirada estaba fija en la mía.

Mi miembro puso al verlo.

Separo mis dedos de su boca, creando un chasquido y dejando un fino hilo de saliva que unos su boca con la punta de mis dedos.

Con mi otra mano separo su pierna izquierda, por acto de reflejo movió su otra pierna, dándome acceso libre a su entrada.

Acerco mis dedos a ella, su cuerpo tembló un poco al ingresar el primer dedo.

Dirijo mi mirada a su rostro, sus ojos están cerrados al igual que sus labios, una de sus manos está sobre mi hombro y la otra sostenía la sábana con fuerza.

-. Relájate.- susurro en su oído y comienzo a besar su cuello al mismo tiempo que muevo mi dedo en su interior.

Puedo sentir lo húmedo que está por dentro, lo caliente y cálido que es, y la forma en que se aferra a mi dedo.