Capitulo 51 ❦ Elizabeth / Miedo Interminable

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Por un segundo pensé que había recuperado mi vida.

Por una semana creí que todo podía volver a la normalidad, como de costumbre me equivoque terriblemente.

Saque mi celular del bolsillo sin moverme de la entrada de mi departamento, sentía los ojos llorosos pero no era tristeza lo que sentía.

- Hola ¿policía? - mi voz se oía carrasposa, como si tuviera algo atorado en la garganta - quiero denunciar un...¿Robo? No se...acabo de llegar a mi casa y la puerta está rota y todo está desordenado, alguien entro a mi casa...¿Puede venir alguien por favor?

Estuve esperando una hora a que llegarán los oficiales, tenía a Elle en mis brazos, mi tierno cachorrito temblaba en mis brazos ante la gente desconocida.

Junto con ellos mi manager también vino y Kayla por supuesto, que me ofreció quedarme en su casa, antes de irme voltee una última vez mientras los oficiales tomaban fotos del lugar, esa muralla, la pintura aún estaba fresca, se leía: ¡Me debes una vida!

- ¡No puedo creer que no llamaras a los gemelos! - me regañaba Kayla mientras yo acariciaba a Elle

- Yo no puedo creer que esto siga pasándome...tengo algo, estoy segura de que tengo algo pegado, ¿Debería ir a una iglesia y que me exorcisen?

- Tal vez deberías bañarte en agua bendita...- Kayla se recostó a mi lado en su gran y cómoda cama

- Yo creo...¿Me bautizo? - pregunté

- ¿Crees en Dios? - lo pensé por un segundo

- Es complicado...pero creo que no creo en la religión, si en un ser superior...

- Entonces no puedes bautizarte - dijo Kayla

- Al cabo que ni quería - hice cara de amurrarme

- Tratas de ser fuerte, lo sé amiga...- suspiré

- Pues solo trato y la vida me dice pudrete - Kayla me abrazo

- Deberías llamar a los gemelos...

- Y tu a Thomas - le dije, ella se separó de inmediato de mi con los ojos bien abiertos

- Se que estas cambiando de tema pero tengo que saber ¿Como lo supiste? - me senté en la cama

- Yo lo sé todo, estoy en todos lados - le dije sonriendo - era obvio, te la pasas pegada a tu celular y sonríes como tonta, eso solo lo hacías con Thomas...asique ¿Lo perdoneste o qué?

- Bromeas, nunca lo voy a perdonar, solo que quería tener sexo una noche y el estuvo disponible, ahora no me deja de hablar y aunque me moleste me gusta saber que lo traigo loco - Kayla se veía bastante orgullosa de que su ex novio, guión, infiel, estuviera aún detras de ella como un perrito faldero pidiendo perdón a diestra y siniestra

- Pues allá tu, no lo hagas sufrir pucho y mandalo a la mierda - me guiño el ojo en aprobación

- Ya estoy detrás de otro chico que conocí en la universidad - sacó su celular y yo me acerque a ella

Estuvimos toda la noche hablando de chicos y viendo películas, en la mañana todo parecía un poco mejor, recibi un mensaje de Alex, mi super y genial manager, había movido mis pinturas y otras cosas a un lugar temporal que podría usar como estudio mientras la policía seguía buscando quien había entrado en mi departamento. Creí que lo gemelos no debería enterarse pero parecía que la vida no me dejaría no decirles.

- ¡Llama a tu abogada de inmediato! - me grito Alex, dijo que le preguntara cual sería al mejor opción, si quedarme en el lugar o mudarme

-  No sacas nada con ocultarselos se van a enterar igual, siempre lo hacen - me dijo Kayla con el rostro más tranquilo y seguro del mundo, odiaba cuando tenía razón

Partí a la casa de Esme, mi abogada y madre de mis novios.

- Mi recomendación es que te mudes - lo sabia, pensé mientras Esme me hablaba con tranquilidad - si es un acosador, ya sabe donde vives, volver sería contraproducente y arriesgado

- Entiendo...- suspiré, no quería mudarme, me gustaba mi departamento

Escuchamos la puerta de entrada, los gemelos habían estado en clase hasta esta hora y les había pedido que vinieran a casa de sus padres para decirles lo que había pasado, su reacción no me sorprendió tanto.

- ¡Nos lo dices hoy! - ¡Lo sabía! Pensé, dijeron al mismo tiempo

- Odio cuando haces eso - susurro Evan enfurruñado

- Nos debiste haber dicho, te habrías quedado con nosotros - me consintió Ethan mas calmadamente que su hermano - en verdad estamos un poco molestos por esto...- dijo Ethan a lo que Evan solo chito "tch" - pero nos alegra que estés bien y que la policia ya lo esté viendo - Ethan terminó con una sonrisa

- ¿Donde te quedaras ahora? - preguntó Evan

- Mi abogada - dije señalando a Esme - me recomendó mudarme asique buscaré un apartamento nuevo hoy

- ¿Por qué no te quedas con nosotros? - Evan preguntó eso de tal manera que me dejo la boca cerrada

Lo pregunto como si fuera la cosa más natural del mundo, como si en realidad fuera el siguiente paso obvio, habíamos hablado de esto, hace muchos meses atrás en su cabaña en la montaña, había salido un tema similar, mi mente fue a ese lugar y me quedé ahí por un segundo.

- Oh - salió de mi boca -...no lo...habia pensado realmente...- mire a Evan y después a Ethan

Evan me recordaba, para el hemos estado juntos por casi un año, lo que igual no me parece suficiente tiempo y para Ethan solo nos conocimos hace algunos meses. Mierda.

- Pues...- dijo Ethan - ¿Piénsalo?

Asentí.

- ¿Mudarte con los gemelos? - Kayla cepillaba mi cabello mientras yo cepillaba a Elle que dormía tranquilo en mi regazo - ¿Quieres?

- No lo sé...de verdad no lo había pensado - respondí

- Pues ahora es una gran oportunidad de pensarlo que el ofrecimiento está hecho - cierto, vivir con los gemelos

Trate de imaginarmelo y veía muchas cosas buenas, dormir con ellos, comer con ellos, despertar junto a ellos, tener mucho sexo con ellos, pero, todo parecía demasiado color de rosa y la nota en la muralla aún me inquietaba y ¿Si por vivir juntos otra vez les hacen daño? Mi mente fue a ese edificio en llamas otra vez y como si no lo pudiera evitar, baje mi mirada a mis brazos, mi cuerpo temblaba, ahí estaba.

Lo siguiente que supe es que temblaba en el suelo sujetando mis piernas contra mi pecho, me costaba respirar.

- Elli, Elli...tranquila, respira...no está sucediendo nada, todo está bien, respira - me decía Kayla calmandome

Elle estaba junto a mi cabeza llorando, ese chillido que solo los perritos saben hacer.

- Lo siento pequeño - mi respiración volvió a la normalidad, tome a Elle y comencé a acariciarlo- lo siento Kayla...

- Esta bien...pensé que ya no te sucedía...- dijo cabizbaja

- Bueno según lo que dijo el psiquiatra de grupo...un ataque de pánico viene si tu mente vuelve al incidente, debes tratar de pensar en otra cosa y redirigir tu mente para que no vuelva a pasar...no lo pude evitar, pero este pequeñito me ayudo - dije mientras tomaba a Elle

- Buen perro - le dijo Kayla - eres mi favorito ahora - ella sonrio

Trate de aparecer algo más alegre pero no pude.

Obviamente no podría vivir con los gemelos ¿verdad? No quería que les hicieran daño otra vez.

Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora