Capitulo 39 ❦ El Momento Perdido ❦

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Después de la despedida Elizabeth subió al auto, por el momento solo se sentía culpable por la situación, ella los anhelaba a ambos por igual y ya no sabía que hacer para que ambos se sintieran seguros, tampoco sabía que hacer para que Ethan volviera a su lado sin sentirse menos en comparación a Evan, estas ideas revolotean en su mente como mariposas, estaba tan absorta que no se dio cuanta cuando llegaron a su departamento.

- Ya llegamos...- dijo Evan tratando de sonar seguro aunque un poco nervioso

Ella no lo sabía pero el jamás había estado tan nervioso y acelerado como en este momanto, la mujer que amaba y deseaba desesperadamente estaba su lado, tan frágil y tan hermosa que para él parecía una fantasía, aún trataba de convencerce a sí mismo de que no estaba soñando.

- Claro...- Elizabeth soltó el cinturón, sus manos temblaban y sudaban, no pudo hacerlo - que torpe...

- Te ayudo - Evan rápidamente soltó el cinturón, por un segundo sus rostros estuvieron tan cerca que sintieron la respiración del otro

Las mejillas de Elizabeth se sonrojaron de inmediato al mismo tiempo Evan noto esto y se alejo rápidamente, no quería asustarla y tampoco aprovecharse de la situación, aunque su hermano lo hubiera querido así.

- ¿Quieres...- la voz débil de Elizabeth lleno el silencio del auto -... subir?

Evan se sorprendió al oír eso, se consideraba a sí mismo como alguien con una fuerte voluntad pero ahora recordaba que siempre había sido débil ante los deseos de Elizabeth, fuera cual fuera.

Asintió y ambos bajaron del vehículo, caminaron en silencio hasta el ascensor y subieron, no lo sabían pero ambos tenían el corazón ecelerado, sentían que hacían mal y al mismo tiempo deseaban esto más que nada, solo una noche, pensaban ambos y nunca más serían felices los dos solos.

Solo una noche para disfrutar nuestra mutua compañía.

Llegaron a la puerta del departamento de Elizabeth, ella abrió y Evan sentía que todo pasaba a una velocidad inferior a la normal, escuchaba su corazón en sus oídos y se sentía culpable por ansiar tanto esto.

En cuanto la puerta se abrió ambos entraron, el silencio aún los inundaba, la oscuridad total junto con el cielo nocturno los ponía aún más nerviosos a ambos.

En cuanto Evan cerró la puerta a su espalda no pudo seguir conteniéndose, la rodeo por la espalda con sus brazos, aspiro el aroma de su cuerpo que ahora le resultaba tan familiar, recordó la primera vez que la tuvo en sus brazos cuando entró a la habitación en aquella fiesta y cada momento después.

- Tu cabello sigue teniendo este hermoso color cobre...- le dijo al oído, ella tembló al escuchar su voz tan cerca de su oído

- Aunque lo corte...- dijo ella en un susurro

- Aún así me gusta...- recordó que cada momento en que tomo ese hermoso cabello en sus manos y sonrió por poder recordar cada uno de ellos

Elizabeth se volteo y lo rodeo con sus brazos desde su cadera, ambos así, solo abrazándose.

Unas lágrimas que no pudo evitar bajaron por el rostro de Elizabeth, Evan lo noto y las limpio.

- Si me recuerdas...¿Verdad? - dijo Elizabeth con su voz entrecortada

- Si cariño...te recuerdo...recuerdo todo...- tomó el rostro de Elizabeth entre sus manos- recuerdo cuando nos conocimos en el corredor...tambien recuerdo cuando entraste a la habitación...- ambos notaron como cambiaba el ambiente - cuando nos pediste hacerte nuestra...y como buenos amantes...- Elizabeth abrió su boca pero no para decir palabra, solo necesitaba respirar, se estaba quedando sin aire de lo excitada que estaba - te complacimos...

Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora