PRESENTE.
—¿Ósea que intentas decirme que fue una chica la que te obligó?
La voz de Nialler me desconcertó de momento, como si el pasado me hubiese consumido ya.
—No. Nadie me obligó a hacer lo que hice.
Él se quedó pensando, seguramente en que lo que yo decía no tenía sentido. Pero para mí, esa era la frase que tenía más sentido.
—¿Entonces?
—Sólo deja que continúe. Tarde o temprano, vas a encontrarle sentido a todo esto.
Él se calló. Y en el silencio, sentí como si de ponto todo el escenario se moviera.
Yo estaba aquí, y al mismo tiempo, estaba ya en el pasado.
Estaba afuera del Starbucks, nuestro punto de reunión. El crepúsculo aún tardaría en llegar, y no tenía hora de llegada a mi casa. Bueno, sí tenía, peo era la primera vez en mi vida que rompería una regla.
La primera vez que me sentiría libre de la presión de mi familia, la primera vez que me liberaría del yugo que me presionaba día a día.
—Hola —escuchar la voz de Nicole por detrás me sobresaltó.
Entonces supe que estaba muy fuera de lugar. Su minifalda, top y tacones no tenían nada que ver con mis jeans, mi sudadera y mis converse. Ella me inspeccionó con la mirada antes de soltarse una profunda carcajada.
—Ok, captaste mal el mensaje. Pero si quieres te busco un área de juego en algún McDonall’s.
No sabía si reír, sentirme ofendida o callar. Quería agradarle, y creo que no iba exactamente muy bien.
—Lo lamento, pensé que era algo casual.
Ella masticaba un chicle de una manera ligeramente irritante, y hacia bombas ocasionalmente. Luego miraba sus uñas, pintadas de negro y con rastros de que se las mordía.
Cuando vio que miraba sus uñas, simplemente habló:
—Me las muerdo para aliviar los nervios del hambre. Tú sabes, un cuerpo así no se logra llevándote todo a la boca. Bueno, hay ciertas cosas que…
Me miró, para después reír.
—Vámonos, se nos hace tarde.
Después de comprar tres tonos diferentes de labial rojo, estábamos en la dichosa fiesta. No era más que un terreno lleno de gente y botellas, muchas botellas. Todos tomaban bebidas en vasos rojos, en lugar de cristal, como yo acostumbraba.
—¿Y qué se supone que debo hacer aquí? —pregunté, observándola como pocas veces me dedicaba a hacerlo.
—Encuéntrate a alguien con quien divertirte esta noche —me dijo, guiñándome el ojo.
No vi a su novio por ningún lado, y supe que muy probablemente, él no acudiría a la fiesta y ella estaría con otro, para hacerle honor a su ausencia.
—¿Y qué debo hacer con él?
Ella me miró, llena de ingenuidad, para que después una sonrisa maliciosa apareciera en sus labios.
—Es tu noche. Puedes hacer lo que quieras.
Continuará.
Cuando te han impuesto límites toda tu vida, y tú misma te los quitas, las cosas se salen de control
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sombras de blasfemias
FanfictionBueno, encontrar un título perfecto para hablar de un tema fuerte, y que el título dijera más que mil palabras, fue una tarea no muy sencilla. Blasfemia se define como: 1. f. Palabra o expresión injuriosa contra Dios o las personas o cosas sagradas:...