Hacer lo que quiera es lo que realmente había deseado siempre. Siempre anhelaba sentirme libre, sin que nada me atara a las responsabilidades ni a ser perfecta.
Para mis padres, yo era un concepto mal empleado de la perfección: era inteligente, educada y sumisa, sobre todo la última. Suelo no hacer nada malo nunca, entonces… ¿qué es realmente hacer algo malo si nunca he cometido semejante crimen?
Pero no era tan fácil cuando estás envuelta en un mar de personas con rostros a los que nunca antes habías visto; además, estaba el hecho de que en toda mi vida no había tomado alcohol, exceptuando navidad y año nuevo, cuando llegaba a probar el vino o la sidra. Aun así, no creía que ellos me ofrecieran una copa de vino. Todos tenían cerveza, tequila y otras bebidas que parecían una broma frente a mis ojos.
Nunca me había imaginado a mí misma probando algo semejante.
—Hola —me dijo un chico, deteniéndose a observar mi ropa nada adecuada y mi rostro escaso de maquillaje.
Yo sólo miré el tatuaje marcado en su brazo, el cual lucía como un trofeo. Un trofeo debían ser sus músculos: tan remarcados, tan bien trazados.
—Me llamo Tron, pero muchos omiten la “n” y me llaman Tro, ¿cómo te llamas?
Sospesé la idea de no decirle mi nombre, porque no me daba buena espina. Al final, hablé sin pensar.
—Me llamo Perla.
—Y pareces una— enseguida me sonroje, como si me hubieran lanzado el mejor cumplido de la vida— ¿Qué quieres tomar?
Miré la barra, con todas esas botellas que tantas veces había visto y nunca antes había probado.
—Es que… —y entonces me detuve. ¿Qué tan estúpido sería decir “no tomo”? Apuesto a que eso no sonaría bien. Así que, en su lugar, decidí decir: —no sé. Recomiéndame algo.
Y entonces, no sólo vertió el contenido de una botella, sino de varias.
—Te sabrá delicioso —me dijo, guiñándome el ojo.
Miré el vaso rojo que tenía enfrente. Todo su contenido desprendía un olor realmente fuerte. Pero simplemente no quería quedar en ridículo.
Sonreí y acerqué el vaso a mi boca, me lo tomé todo de un jalón. Y entonces, Tro me jaló para que comenzáramos a bailar. Me movía como nunca antes, y me sentía muy viva. Todo tenía más color y más forma, la música tenía más ritmo, el aire era menos denso y pesado. Me sentía relajada, me sentía bien.
Así que le pedí a Tro, con un tono de voz que apenas y podía mantener, que me sirviera otra de lo mismo, porque la sensación de mi cuerpo era incomparable. Porque me sentía reina de todo un mundo, porque era como un superhéroe ahora.
Y con ese segundo vaso de esa bebida me sentí mejor que nunca: a explotar, a querer más y más. Tro me susurraba palabras que no alcanzaba a entender, palabras que tal vez ni siquiera tuvieran sentido porque él estaba igual o más ebrio que yo. O al menos eso era lo que yo pensaba.
—Te ves muy linda —me susurró Tro.
Y antes de lo pensado, ya estaba besándolo.
Continuará.
Hola mis queridos lectores a qui con un nuevo cap espero que le guste los quiero bye
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sombras de blasfemias
FanfictionBueno, encontrar un título perfecto para hablar de un tema fuerte, y que el título dijera más que mil palabras, fue una tarea no muy sencilla. Blasfemia se define como: 1. f. Palabra o expresión injuriosa contra Dios o las personas o cosas sagradas:...