Capítulo 8: Familiar A La Orden

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—Bien, te desafío a que hagas una espada de... fuego verde—

—Enseguida—

Otro día común y corriente por la tarde en la Academia Kuoh; Hyōdō Issei estaba matando el tiempo en la sede del CIO en compañía de su buen amigo Kiba Yūto, con quien apostaron un helado a que no podía crear espadas con las características que se le ocurrieran al castaño... y porque el rubio quería poner a prueba la capacidad de su [Sword Birth].

Pero no estaban solo ellos dos en la habitación; Akeno Himejima preparaba más té y algunos aperitivos en la esquina, Koneko Tōjō disfrutaba una lata de jugo de naranja, Asia Argento preparaba su bolso con más folletos para repartir y Rias Gremory estaba sentada en su escritorio observando a ninguna parte... ya debe estar por suceder el posible Rating Game entre Gremory y Phoenix.

—Increíble, ahora haz un mandoble de hielo— poco a poco Issei fue subiendo la dificultad, dando más especificaciones.

—Bien— ni dos segundos pasaron cuando sacó de la nada la gran espada con su descripción... él es muy bueno.

—Ehh, rayos... ummm, ya sé— ahora con otra idea en mente, creyendo que será su carta de triunfo, el joven lanza su último desafío —Que sea de doble hoja, con la primera hecha de oscuridad pura y la otra que sea traslúcida—

—Claro— ...y lo mismo sucedió que hace unos momentos, estando en sus manos el arma que el chico imaginó —¿Algo más?—

—*Haah* Tú ganas— aceptando su derrota y con Kiba riendo un poco, Issei fue a sentarse en el sillón desocupado, pues Asia y Koneko se encontraban en el otro —Te compraré un helado—

—No importa Ise-kun, me diste nuevas ideas—

Después de la pequeña competencia, Issei se paró otra vez con la intención de tomar un libro de la estantería del club y disponerse a leerlo, pero apenas acabó la primera página cayó rendido... e incluso terminó recostado en el mueble de terciopelo, durmiendo a pierna suelta y con el libro en la cara.

Cabe decir que los miembros presentes no pudieron evitar ver la escena sin tener una gran gota de sudor recorriéndoles la frente... menos una mujer que fue adonde el castaño y como este se encontraba literalmente noqueado, levantó su cabeza del sillón para sentarse en el espacio que había y cuando se acomodó, volvió a colocarla suavemente pero esta vez en su regazo... e increíblemente, el libro no se cayó.

—Los p-preparativos están listos— hablaba la rubia del grupo a su ama, viendo a la vez la escena entre su senpai y mejor amigo mientras una mezcla de varios sentimientos se formaban en ella... y algunas lágrimas diminutas en sus ojos.

—Espera— Rias por su parte, salió de su estupor sin que nadie se diera cuenta y detuvo a su alfil... ha llegado la hora de dar el próximo paso como demonio.

—¿Si?—preguntó confundida Asia, pues ella creía que esto era parte de ser un buen sirviente de Lucifer.

—Esta será la última semana que entregues panfletos— poniéndose de pie, la chica de cabello carmesí continúa su explicación aún con la mirada expectante y perdida de su sierva —Responder a las invocaciones es el trabajo de un demonio, pero entregar folletos es el papel de un familiar—

—Entonces, ¿dejaré de entregar panfletos?—

—Antes de que eso pasé, deberás conseguir tu propio familiar—

Terminando de hablar, la heredera Gremory alza su mano y de esta, una clase de murciélago extraño hace acto de presencia, dejando sorprendida a la pequeña ex monja.

—Este es mi familiar— a los pocos segundos, este se separa de su lugar y procede a convertirse en una bella mujer con un vestido rojo con detalles parecidos a los de un murciélago —Un ejemplo de su trabajo, fue cuando la envié a darle uno de nuestros folletos a Ise—

Futuro CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora