Capítulo 13: Infancia Olvidada

1.4K 115 14
                                    

—[A tu señal, socio]—

—Okey, entonces... ¡ya!—

Nada...el interior del [Boosted Gear] esta tan sereno que da miedo.

Tanto el suelo como el cielo son claros como la nieve; estaba en guardia, esperando lo que sea que Ddraig haya preparado para atacarme... estoy entrenando mis reflejos con ayuda del lagarto mutante y así reaccionar con mayor rapidez en medio de una batalla; en palabras más sencillas, quiero mejorar mi instinto para poder esquivar o bloquear ataques de una manera más rápida y fluida... como un sexto sentido.

No es algo que consiga de la noche a la mañana, puesto que lo que quiero parece inalcanzable, pero nada lo es con trabajo duro... yo me encargaré de probarlo.

De repente, una lanza de luz salió de la nada con la intención de atravesarme el cráneo por la izquierda, por suerte conseguí agacharme para que solo me rozase el cabello... pero supe que esto apenas comienza.

Tomándome por sorpresa, varias espadas salieron del suelo justo donde yo estaba parado, obligándome a dar un gran salto hacia atrás para no terminar como una brocheta... Ddraig si se lo está tomando en serio.

Sin previo aviso, más lanzas de luz rojas se aproximaban por todos lados y a gran velocidad para acribillar cada centímetro de mi ser.

Hacia mi mayor esfuerzo por esquivarlas mediante varias piruetas y de vez en cuando desviando algunos de los proyectiles con alguna de las lanzas que estaban clavadas en el suelo... es mucho más difícil de lo que parece.

Poco a poco la lluvia de armas cesó, dejándome bastante exhausto... creía que ya había acabado, de no ser por dos flechas que no percibí, las cuáles se dirigían a mi cara a toda velocidad.

Para mi mala suerte, no pude moverme a tiempo y cuando esperaba el impacto, abrí los ojos para encontrarme en otro lugar, para ser más precisos en mi dimensión de bolsillo... estaba sentado en posición de loto y mi brazo está cubierto por mi guantelete.

—Demonios...— me dije para mi mismo, ya que bajé la guardia en el último instante... no dejaré que suceda eso en una pelea real —Ddraig, hagámoslo de nuevo—

—[Compañero, sabes que te apoyo pero tampoco te excedas]— dijo la salamandra parlante en mi brazo, como si estuviera pendiente de... mi —[Llevas casi diez horas de entrenamiento sin parar]—

—Apreció tu preocupación hermano, pero no olvides que ya hemos hecho algo así por más tiempo— le aseguré a Ddraig que no hay nada de que preocuparse, pues ya me acostumbré a ritmos como este —No es nada para mí—

—[Mocoso, una cosa es entrenamiento físico y otra muy diferente es el mental]— obligado a escuchar el regaño de mi compañero, procedí a recargarme en mi brazo esforzándome en prestar atención —[Aunque tengas mucha resistencia corporal, tu mente tiene un límite mas definido que si lo rebasas, podría dejarte consecuencias permanentes]—

—Es que no puedo permitirme cometer ni un solo error— reproché poniéndome de pie para ver hacia arriba... el morado del espacio me da una sensación que me cuesta describir —Más si las que vienen son ellas—

—[Te entiendo en esa parte, pero también debes preocuparte por ti mismo]— Ddraig optó por sermonearme y recordarme que al igual que todos, yo también tengo límites —[Si te sigues exigiendo así, ni tu cuerpo de dragón aguantará tanto]—

—...*Haah* Creo que es lo mejor— suspiré y preferí escuchar cabizbajo la recomendación del dragón; luego me puse a caminar sin rumbo fijo... eso y rascarme la mejilla me ayuda mucho a pensar —¿Que puedo hacer? Es de madrugada y no tengo sueño—

Futuro CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora