TITITITITIT.
La alarma del fin del sueño le sonó a James. Éste con cara de zombi se levantó y la apagó. Se tumbó de nuevo y cerró los ojos hasta que Tommy, se echó encima de él.
-¡GOOD MORNING!
-AHHH, QUITA –lo apartó James.
-DESPIERTA, JAMES. Ya está el desayuno –le dijo su hermano y salió como un torbellino.
-Pfff- resopló éste-no sé cómo se despierta siempre con esta energía tan temprano.
-Eso es que te ha tocado a ti la parte vaga –dijo su madre asomándose a su habitación con una sonrisa.
-Buenos días, mamá.
-Ya tienes el beicon y tostadas listas.
-Gracias.
Una vez preparado y desayunado salió directo al instituto. Iba bostezando a cada paso que daba.
-EHHHHHHH, TÍO. ¿No te acuerdas de mí?
-Ah, hola Brandon.
-Hola, eh. Vaya cara de sueño, macho.
-Ya, me acosté tarde.
-¿Tanto tardas? –rio.
-¿En qué? –preguntó él sin comprender.
Su amigo miró hacia su miembro mientras reía.
-Qué asqueroso eres tío, estuve haciendo la tarea –dijo James mientras le pegaba una hostia a Brandon.
-Lo sé, era para que te despertaras-dijo mientras esquivaba la mano de James.
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-HOLAAAA, MEGAN –le sonrió Angie.
-Holaaa.
-¿Cómo estás?
En ese momento pasó Rachel y sus dos amigas y las miraron mientras, reían.
-¿Te pasa a ti algo, rubita de bote? –les gritó Angie.
-Cálmate –le susurró Megan.
Éstas siguieron para delante sin rechistar. James vio la escena y no le gustó nada.
Megan lo vio y se sonrojó y éste la saludó.
-TÍA, si es James Depp, ¡TE HA SALUDADO! –reía su amiga.
-Shhh, baja la voz.
-¿Lo conoces? –dijo muy emocionada Angie.
-Me lo encontré ayer cantando en la calle.
-Sí, canta muy bien ese chaval, ¿vendrás el sábado a verlo?
-¿Vas a la fiesta? –le preguntó Megan.
-Si vas tú, voy.
-Me lo pensaré.
-Ya te convenceré, me voy tía que tengo Química y no quiero llegar tarde otra vez. –Y le guiñó un ojo cuando vio a James y a su amigo, que se le acercaba.
-Hola, Megan –dijo James.- este es mi amigo Brandon, es batería en mi grupo.
-Hola, encantada. –dijo ella tímidamente.
-Igualmente, guapa –y le guiñó un ojo.
James lo miró muy serio.
-¿Qué? –preguntó este.