Megan con lágrimas en las mejillas se limpió rápido y miró para atrás, para ver quien la había tocado y llamado.
Era ese tal Brandon, amigo de James. Cuando se dio la vuelta, éste vio su rostro empapado en lágrimas y bastante despeinada.
-¿Qué te pasó? –le preguntó preocupado.
-Nada. –respondió ella.
-Megan, dímelo, ¿qué te pasó?
-Me caí.
Brandon la miró pensativo y sabía que no decía la verdad, aun así asintió.
-Ven a mi casa y te echas agua, estás sangrando en la mano derecha.
Megan vio un pequeño corte en su mano, seguramente sería de la tijera, aunque no dijo nada. Asintió para que él no hiciera más preguntas. Él se dio cuenta que no quería contárselo, así que no hubo conversación en todo el trayecto.
-Entra, no hay nadie.
Entraron. Era una pequeña y humilde casa. Al principio podías encontrar un acogedor salón.
-FUERA, LINAAA. –Dijo Brandon a su gata.
-Que preciosa la gata.
-Ya tiene sus años, una vez se escapó y no volvió hasta pasado un tiempo. Querrá morir en la calle, ya que fue cogida de ahí. Bueno, entra en la cocina y échate agua, ahora te llevo una venda.
-Vale. –Megan se dirigió tímidamente hacia la cocina. Encendió el grifo y puso su mano derecha debajo del agua que caía.
-AHH –gritaba de dolor, mientras recordaba todo lo que había pasado con su hermanastro.
-Toma, aquí tienes. –dijo Brandon ofreciéndole un papel- sécate y ahora te pongo esto.
Una vez finalizado el vendaje, Megan le dio las gracias.
-Es tarde y debería volver.
-¿No quieres tomarte nada? –le preguntó Brandon.
-No de verdad. Ya has hecho bastante –y sonrió.
-Como veas.
La acompañó hasta la puerta.
-Gracias de nuevo, ¿Brandon, no?
-Sí –rio él.
-Adiós.
-Hasta luego.
Llegó a la calle. ¿Qué hacía ahora? ¿Estaría James tocando por algún lado? Pss, lo dudaba, era muy tarde y mañana habían quedado y él tenía la actuación. ¿Por qué pensaba en James? No lo sabía, pero no quería volver a casa, así que se quedó apoyada en la cera, viendo las estrellas.
Más tarde, Megan silenciosamente entró a su casa y fue directa a su cama. En ese momento escuchó varios gritos y risitas, serían de su padre y madrastra. Se puso los cascos y miró para el techo pensativa, en ese momento sonaba In Bloom de Nirvana. Más tarde se quedó dormida.
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PIPIPI.
De nuevo la alarma de James, sonó. Pero esta vez no era para ir al instituto, ni levantarse de mala gana, esta vez, se levantó más animado, ya que venía por primera vez Megan a su casa. Fue directo a la ducha para estar arreglado, se hizo el desayuno y ordenó toda la casa. Su padre estaba trabajando en el cuartel de policía, su madre y Tommy estaban de compras y no volverían hasta tarde. Tenía la casa para estar con ellas a solas. Mejor, más tranquilidad.