Capitulo 4

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La quinta vez que vi a Mikey fue una semana después del accidente. cuando salía de mis clases, algo tarde y pensaba ir a comprar al festival Musashi para regalarle algo a las chicas y a Masamichi-san. Ken me había dicho que iría con Emma. Eso hizo que quisiera burlarme de él, pero lo deje tranquilo, con la esperanza de encontrármelo y tomarle una foto en su cita con Emma.

Comenzó a llover, por lo cual decidí detenerme en una tienda a esperar a que dejara de llover, lamentando aquello, pues significaba que el festival habría terminado por el clima. Esperé durante un largo rato, fue una lluvia larga, cuando dejó de llover y comencé a caminar a casa, decepcionada por no poder ver a Ken en su cita, y comprar algunas cosas, oí un retumbar familiar, uno que me traía malos recuerdos.

Me exalte y voltee para ver a Mikey acelerar rápidamente, me pasó de largo, pero sé que me vio, porque se detuvo con fuerza y me miró, sus ojos se veían desesperados, sus ropas sucias y golpeadas.

—Haru, súbete—ordenó al instante.

Aun me preguntó, porque no dude y le hice caso, quizás porque era la primera vez que veía a Mikey así. Me apreté contra su espalda nuevamente y el aceleró tan rápido que me preocupé. No pregunte nada, él estaba muy tenso, solo abrí mi boca cuando su moto se detuvo en la entrada del hospital donde me atendieron.

—¿Mikey? —dije bajándome.

Otras motos también se detuvieron tras de nosotros, eran los chicos de la ToMan, me miraron dudosos, pero parecían más preocupados en otras cosas. Busqué a Ken con la mirada y tuve un mal presentimiento.

—¿Dónde está...? —comencé a preguntar.

Mikey bajó de la moto y tomó mi mano, comenzando arrastrarme hacia el hospital. Mi corazón saltó cuando sentí aquel calor de nuevo, mordí mis labios tratando de ignorarlo, pero era casi imposible.

—lo apuñalaron—murmuró Mikey haciendo que mi cuerpo se tensara, que todo en mí se enfriara—en una pelea entre pandillas... iba con Emma, lo atacaron en plena cita.

Jadeé casi ahogada y lo solté, para correr rápidamente hacia donde podía visualizar a Emma llorando rodeada por un grupo que no reconocí.

—Emma—dije con voz ahogada, tomándola de los hombros apenas la alcance—¿Dónde está Ken?

—Lo están operando—dijo una voz masculina que no reconocí, volteé para ver a un chico de la edad de Emma, rubio y con unos ojos azules bastantes brillantes—tuvo un paro cardiaco.

Entorne mis ojos sintiendo como comenzaba a llorar.

—¿Qué? —susurre entonces, sintiendo mi cuerpo temblar.

El llanto de Emma retumbo en mis oídos como un eco de mi propio llanto reprimido, lleve una mano a mi boca y trate de calmarme, porque todo aquello hacia que mi cabeza doliera y que mis oídos pitaran.

—Kenchin es un hombre de palabra—dijo de pronto Mikey detrás de mí, su voz deteniendo todo aquel caos en mi cabeza, hasta pude ver como Emma fue abrazarlo al instante—no nos va abandonar, jamás faltaría a su palabra... prometió que conquistaríamos el país juntos.

Volteó a mirarnos, con una sonrisa que me generó algo de calma, pero también me hizo fruncir el ceño, Mikey... él no estaba sonriendo realmente, esa sonrisa era tan falsa como la que me daba Sakura-san después de ser lastimada por un cliente agresivo.

Solo quería calmarnos.

Así me dejó en claro cuando nombró a los otros y aseguró que Ken estaría bien. Se sentó y fingió sonreír, fingió estar tranquilo, calmando a los otros, y aunque ese propósito estaba bien, pues también me había calmado... que fingiera dejaba un sabor amargo en mi boca. Si el consolaba y daba fuerzas a los otros, ¿Quién lo ayudaba a él?

Diez Encuentros ~ Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora