Capitulo 5

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La sexta vez que lo vi, sabía que nada iba bien.

Estaba en casa de los Sano, con Emma, riendo de sus ocurrencias, compartiendo recetas de cocina y hablando de sus sentimientos por Ken. Trataba de animarla a que se confesara, estaba muy segura de que Ken no la rechazaría.

Ella entonces hizo una peligrosa pregunta.

—¿y tú... tienes algún amor? —preguntó ladeando su cabeza con curiosidad.

Intente negarlo, pero solo pude abrir mis labios y ya, me quede muda. Recordando que durante las 3 semanas que pasaron desde que apuñalaron a Ken, no había visto a Mikey, después de aquel momento donde lloró en mis brazos, supuse que se sentiría incomodo, yo me sentía un poco incomoda, me ruborizaba solo de recordarlo... por eso me parecía normal no haberlo visto.

Aun así... me tenía casi todos los días pensando en él.

—me gusta un chico—termine confesando sin mirarla—pero... creo que no le agrado.

—¿Cómo es posible? ¡Eres tan bonita! ¡y muy inteligente! —exclamó Emma haciéndome reír—dime quien es, voy a hacerlo salir de su error.

En ese momento las motos de Ken y Mikey nos interrumpieron, lo cual agradecí mucho. Ambas salimos de la sala y nos acercamos a la entrada de la casa para ver como ambos hablaban muy serios, vestidos con sus uniformes de la ToMan, no me sorprendió, pues Ken me avisó que tendrían una reunión después de ir a los baños públicos con Takemichi. Aun así, me preocupó verlos discutir, Emma y yo nos acercamos a ellos, pero Mikey simplemente se alejó hacia aquella pequeña casa que era su habitación.

Ken maldijo y luego me miró.

—Vámonos a casa—dijo yendo a su moto.

Emma entornó sus ojos y me miró suplicante, habíamos preparado la cena para ellos, Emma se había esforzado en cocinarle a Ken. Su mirada hizo que fuera tras Ken y tomara su muñeca para detenerlo.

—Primero cenemos—le pedí suavemente y baje mi voz—Sé que no estas de humor, pero Emma se esforzó hoy con la comida.

Note la duda y timidez cruzar su rostro rápidamente, luego suspiró y asintió.

—ok, pero no dormiremos aquí, terminare peleándome con Mikey de nuevo—confesó bastante serio.

Lo vi irse tras Emma y luego miré con algo de duda la "habitación" de Mikey. No tuve el valor y simplemente seguí a Ken y a Emma. Cenamos junto al abuelo Sano, el cual siempre molestaba a Ken y lo hacía ruborizarse hablándole de temas como bodas, y esas cosas, todo apuntando hacia Emma. Era muy obvio que el señor sabía lo que sentían Ken y Emma, lo cual a veces me frustraba, ambos se gustaban, ¿Por qué no daban el paso? Los envidiaba de cierta forma, pues yo no tenía la seguridad de ser correspondida o de lo que sentía.

Cenamos sin Mikey, no quiso salir de su habitación, pero el abuelo me pidió que le llevara la cena, solo para dejar a solas a Emma y a Ken. Lo hice por esos dos, pero realmente estaba nerviosa cuando camine hacia aquel taller donde dormía Mikey, toque la puerta con miedo, cargando la bandeja en mis manos y esperando mientras trataba de calmarme.

—No quiero que me molesten—respondió la voz de Mikey sorprendiéndome, se oía amortiguada por la puerta.

—te traje la cena—dije alzando un poco la voz—el abuelo Sano me lo pidió.

No respondió, simplemente... no respondió.

Y me quede allí durante unos minutos, pero él nunca abrió la puerta, ni respondió. Al final solo deje la comida en el suelo y toque de nuevo con mi puño.

Diez Encuentros ~ Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora