Mi cara seguía doliendo, mi brazo quemaba como el infierno mismo, oía los gritos a mi alrededor y desde lejos, una sirena de policía. Pero solo podía quedarme allí, tirada en el suelo, tomando la mano de Izana y apretando con fuerza mientras lo veía morir, Kakucho herido a su lado, sus amigos rodeándonos.
—Hey, Akaharu... perdóname—susurró Izana sonriendo con sangre en su boca—Estaba tan enojado, porque te habías ido y aunque fue nuestra culpa, pensé que nos habías dejado por ellos... yo te extrañé.
Mis labios temblaban y aunque mi cuerpo dolía por sus golpes, hice un esfuerzo y aprete su mano.
—perdón—le susurre—voy a recordarlo todo, lo prometo, recordare nuestra infancia.
Él sonrió débilmente.
—espero que no... —confesó y miró a Mikey, arrodillado junto a mí, tapando la herida en mi brazo—oye, Mikey, ¿aun quieres salvarme? Ahora sabes que no soy tu hermano.
Vi a Mikey mirarlo con dolor, mientras Kakucho y yo llorábamos, porque era horrible ver aquello, porque solo podía rememorar los pequeños recuerdos que tenia de Izana y mi corazón dolía.
—Si... siempre querré salvarte—afirmó Mikey, sincero y también triste.
Izana sonrió débil y miró hacia Kakucho, luego hacia mí.
—Para mí... solo existen ustedes dos y... Emma—susurró en un agonizante suspiro... entonces su mano se sintió floja en la mía.
Kakucho abrió los ojos con fuerza, yo me solté de Mikey para tratar de sentarme, mirando incrédula la expresión congelada del rostro de Izana.
—No... Izana—susurre llorando—no... por favor...
Todo había pasado tan rápido, la pelea entre Mikey e Izana, la verdad sobre la muerte de Emma y las crueles intenciones de Izana. Habían dicho tantas cosas y entonces... Kakucho al fin había enfrentado a Izana, le había tratado de convencer de estar equivocado, pero antes de poder convencerlo, aquel infeliz de Kisaki disparó a Kakucho por la espalda, y cuando pensaba rematarlo; mis pies reaccionaron antes que mi cerebro y me lance hacia ellos, sacando a Kakucho de la trayectoria de Kisaki, llevándome un disparo en el brazo. Y me habría llevado más, si no fuera porque Izana también se lanzó hacia nosotros, nos empujó y recibió tres disparos en su pecho.
Ver eso me había hecho recordar un pequeño fragmento del pasado, a un tranquilo Kakucho y a un alto Izana que me esperaban en un parque, con un regalo en las manos. Mientras yo corría a ellos, con heridas en mi cuerpo y en aquel fragmento, vi como rompí sus corazones al llorar en sus brazos, diciéndoles lo que me habían hecho en la casa de acogida. El dolor de sus miradas, los cálidos brazos de Izana protegiéndome, su ronco susurro que prometía cuidarme para siempre.
Recordar eso me hizo sentir tan... tan rota, tan destruida, porque había tenido a buenas personas en mi pasado, que habían dado todo de sí para cuidarme y protegerme.
Me quede junto a él, teniendo que decirle adiós a otra persona más ese día, perdiendo a alguien más. El llanto de Kakucho igualó el mío, creo que éramos los únicos llorando a Izana con tanto dolor, hasta que alce mi rostro para ver a sus amigos, aquellos que habían peleado con la ToMan, mirar con tristeza su cuerpo caído.
—Haruka—llamó entonces Kakucho y cuando lo miré, sentí todo detenerse.
Se había dejado caer más cerca de Izana y comenzaba a ponerse pálido.
—No olvides nuestro sueño y promesa, Haruka—murmuró entonces—trata de recordar... nuestro país, Tenjiku, un sitio donde los que son como nosotros puedan llamar hogar.
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Diez Encuentros ~ Tokyo Revengers
FanfictionAkashi Haru está perdida en Tokio, tiene un pasado olvidado y comienza avanzar con esperanzas de encontrar su verdadero hogar, o recordar de donde vino. Tokio enamora su corazón y allí encuentra una familia, y alguien que cautivo su alma con una son...