¿¡Amor o Amistad!? Willgan Month

Día 5: "Híbridos"

En una isla flotante se hallaba una hermosa casa de madera con un estilo algo rústico, este humilde y acogedor hogar pertenecía a uno de los grandes héroes (también era el cura del pueblo), un hibrido de oso, mayormente conocido como Rubius.

Rubius se encontraba en su hogar arreglando el jardín, ya que pronto tendría una visita especial y quería impresionarla.

- Si hay que ser minero... Romper el pico en el hierro... No importa el creeper que venga... Pa' que sepas que te quiero... Como un buen minero... - cantaba tranquilamente mientras plantaba algunas flores simétricamente - Me juego la vida por ti...

- ¡Hey! ¡Apaga las torretas!

- ¿Qué?... – el hibrido de oso busco la voz que lo había interrumpido de su momento de paz, lo encontró rápidamente, después de todo se encontraba volando alrededor de su casa - ¡Hey Fargan! ¿Qué pasa tío?

- ¡Pues aquí admirando el paisaje! ¡También intentando no morir por tus torretas, tío! – Fargan se encontraba esquivando los disparos de las torretas - ¿Puedes apagarlas? ¡Necesito preguntarte algo!

- ¡¡¿Qué?!! –no logró escuchar lo último que dijo el hibrido de búho.

- ¡¡Que apagues las torretas, que me matas!! – decía algo agotado, aun no se encontraba en condiciones perfectas, era difícil descansar cuando tu mente te atormentaba con el recuerdo de estar a punto de besar a tu amor secreto.

- ¡¡No te escucho!! ¡¡Apagare las torretas!! – inmediatamente desconecto las torretas y observo como el hibrido aterrizaba en su jardín mientras intentaba respirar – Te ves del asco.

- Sí, estoy bien, gracias por preguntar – respondió Fargan con sarcasmo.

- Hey, más respeto en mi humilde hogar – dijo haciendo pucheros por la respuesta del castaño.

- ... - Fargan solo pudo soltar un suspiro – De acuerdo, perdón tío... estos días han sido horribles... y necesitaba... pedirte unos consejos – dijo algo dudoso, aun no estaba seguro si la decisión de pedir ayuda al hibrido de oso sea la correcta.

- Ohhh... disculpas aceptadas – dijo con una sonrisa curiosa y algo socarrona – te compartiré mi gran sabiduría a cambio de cinco diamantes.

- ... - Fargan lo observo con una mirada que prácticamente gritaba "¿es enserio?" después de un rato se rindió y simplemente asintió con la cabeza, valla rata que era el cura del pueblo.

- Perfecto, entonces acompáñame querido Fargan, serviré un poco de café – dijo dando saltitos de alegría.

...

Ya se encontraban ambos en la sala del de orejas de oso, cada uno con su respectiva taza de café mirándose fijamente.

- Y... cuéntame Fargan, ¿para que soy útil?

- bueno... ammm... no sé cómo empezar – dijo nervioso, era la primera vez que hablaría con alguien acerca de su enamoramiento.

- Muy sencillo Fargan, empieza desde el inicio – dijo con obviedad.

- Esta bien... - dijo soltando un suspiro, solo esperaba que esto valiera los cinco diamantes – Todo empezó hace algunos días...

...

Después de unos minutos Fargan termino de contar la historia de cómo se dio cuenta de sus sentimientos por Willy.

- Y... ¿Qué opinas? - estaba ansioso por la respuesta de su amigo.

- Opino que... debí haberte cobrado más diamantes – comento el hibrido de oso arrepentido.

- ¡Rubius!