7 minutes in Heaven • Haikyuu! Ships (Español)

ɪᴡᴀᴏɪ

—Ya estamos hartos de vuestra actitud —dijo Hanamaki enfadado.

—¿Qué? —pregunto Iwaizumi, cambiando sus pantalones de deporte.

—Oikawa siempre flirtea contigo y nunca te das cuenta —completó Matsukawa, poniéndose la chaqueta sobre los hombros.

—No hago eso —dijo el capitán del Seijoh—. Solo le molesto porque me gusta hacerlo.

Se apoyó en el hombro de su amigo y guiñó un ojo, alzando dos dedos de su mano.

—Quítate de encima, Shittykawa —dijo Iwaizumi golpeando la cabeza de Oikawa.

Los dos amigos de tercer año se miraron y comenzaron a susurrar.

—Creo que Oikawa lo hace para sentir el contacto de Iwaizumi.

—¿Pero es masoquista? Así solo consigue que lo golpee.

—Oi, no soy masoquista —se defendió Oikawa—, aunque para ti puedo ser lo que sea —bromeó guiñándo un ojo hacia Hajime, quien rodó los ojos.

—¡Veis! ¡Lo ha hecho de nuevo!

Los cuatro chicos de tercer año salieron del cuarto de club con sus mochilas al hombro.

—Solo pienso que si estáis un rato encerrados, vuestros sentimientos saldrán a la vista.

—¿Eso es una apuesta? —dijo Oikawa—. Porque pienso ganar. Necesito dinero para una chaqueta nueva.

—Aceptamos. Matsu y yo apostamos ¥500...

—Y vosotros tendréis que pasar siete minutos encerrados en algún lugar —completó la frase de Hanamaki—. Si ganamos, nos debéis una cena donde queramos.

—Que sean ¥500 cada uno, ¿bien? —dijo Oikawa, agarrando la camisa de Iwaizumi para arrastrarle hacía el cuarto de club de nuevo.

—Yo no he aceptado participar en esta ridícula-

—¡Volveremos en siete minutos! —interrumpió Matsukawa mientras cerraban la puerta.

—¿Por qué siete minutos? —preguntó Oikawa, guiándose por la oscuridad para encontrar una pared—. ¿Podemos encender la luz?

—El interruptor está fuera, así que no —contestó Iwaizumi—. Y son siete minutos por el juego.

—¿Cuál?

—Siete minutos en el cielo.

—¿Y cómo sabes eso, pillín? ¿Acaso has jugado con alguien?

El as apartó a su amigo, quién se había apoyado en su hombro de nuevo.
Caminó hacia adelante con seguridad, tocando una de las paredes con su mano.
Se sentó contra ella y sintió el cuerpo de su amigo a su lado.

—¿No puedes apartarte un poco?

—¿Por qué? ¿Te pongo nervioso, Iwa-chan?

Hajime se volteó hacia su amigo para golpearle, pero le vio demasiado cerca. Sus respiraciones se mezclaban.
Bajó su mano y abrazó sus piernas, mirando a otro lado.

Unos segundos después, se relajó, estirando sus piernas y dejándolas algo flexionadas para apoyar sus codos en sus rodillas.

A Tōru le poseyó un sentimiento bastante común en él.
Se sentía mal.
Había obligado a su amigo a participar en ese juego para que él pudiera conseguir dinero.

—No querías hacer esto, ¿verdad?

—No me has dejado decidir, Shittykawa. Pero ya da igual, estoy aquí así que llegaré hasta el final para que puedas conseguir el dinero.