ᴛꜱᴜᴋɪʏᴀᴍᴀ

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No era muy común que el equipo no hiciera su entrenamiento matutino, pero su gimnasio estaba cerrado por reforma hasta el día siguiente, y ya que estaban en el Instituto, no volverían a casa.

Bueno, todos se quedarían excepto Tsukishima.

—¡No seas aburrido! íbamos a jugar a verdad o reto mientras esperamos a que empiecen las clases —dijo Nishinoya, cogiendo su brazo y empujándolo de nuevo al interior de la habitación.

El conserje les había abierto una clase para que pudieran quedarse en algún sitio, ya que estaba lloviendo y no podrían jugar fuera.
Yamaguchi también intentó convencer que el rubio se quedara.

—Dejadle —dijo Suga, sabiendo muy bien lo que hacía—, seguro que se va porque no se atreve a jugar con nosotros.

Le aguantó la mirada, hasta que Kei sonrió con arrogancia, colocando bien sus gafas.

—Jugaré.

Todos celebraron que se uniera a ellos de nuevo.

El equipo estaba desperdigado por la habitación, sentados en las sillas o sobre las mesas.

—Bien, ¿quién empieza? —preguntó Ennoshita.

—El capitán —dijo Nishinoya, golpeando el codo de Daichi.

Daichi miró a Suga, le sonrió unos segundos, divertido, y luego aceptó.

—Elijo verdad.

—Qué aburrido —dijo Tsukishima.

—¿Qué le podemos preguntar a Daichi-san? —preguntó Hinata, deseoso de comenzar con el salseo del juego.

—¿Es cierto que estás saliendo con alguien? —preguntó Kageyama.

—Si —respondió con un leve sonrojo.

Todos se revolucionaron, ahogando al moreno a preguntas.

—¿Y cómo sabías eso, Bakayama? —dijo Hinata.

—El otro día escuché como una chica de su clase se declaraba y él dijo que ya tenía pareja.

—Si bueno, ¿quién es? —dijo Nishinoya, saltando al lado de su capitán.

—Eso no era parte de la pregunta —sonrió Daichi.

—Hay que presionar a Asahi-san, seguro que él lo sabe.

Después de que Tanaka dijera eso, todas las miradas cayeron sobre él y sus mejillas se tornaron rojas.
El líbero se apresuró a acercarse a él, y tras preguntar mucho, el as dirigió su mirada a otra parte, pero no era para pedir la ayuda de Daichi.

—¡¿Con Suga-san?! —gritó Hinata, emocionado.

Tras algunos sonrojos y más preguntas, el juego siguió.
Daichi fue el que eligió al siguiente participante, escogiendo a Tsukishima.
Él ya había hablado con Suga de esto, ya que el colocador estaba empeñado a emparejarle con Yamaguchi.

Le provocó un poco antes de que respondiera si prefería verdad o reto y acabó eligiendo reto.
El plan iba como la seda.

—Bien, Tsukishima. Tu reto será... quedarte encerrado con alguien hasta que sea la hora de ir a clase.

—Pero faltan como quince minutos —se quejó.

—¿Te echas para atrás? —dijo Suga.

—Claro que no —dijo levantándose.

Ni siquiera él sabía por qué lo hizo. Podía haber rechazado el juego. Podía haberse ido a casa, pero ahí estaba.

—Perfecto. Yamaguchi —le llamó su capitán, provocándole sorpresa.

7 minutes in Heaven • Haikyuu! Ships (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora