7 minutes in Heaven • Haikyuu! Ships (Español)

ʙᴏᴋᴜᴀᴋᴀ

El último día de la concentración en la preparatoria Shinzen fue el más agotador.
Todos se querían esforzar al máximo y por la noche estaban agotados.

Después de cenar y ducharse, algunos se reunieron en la habitación del Karasuno.

Algunos de Furukodani y del Nekoma se colaron sin que los entrenadores se enteraran.

—¡Hey, Hinata! —gritó Bokuto.

—Más bajo, Bokuto-san. Nos pueden pillar.

—Lo siento, Akaashi.

Como ya todos saben, cuando Kuroo y Bokuto se reúnen, nada es tranquilo. Además se añadía a su pequeño aprendiz que les adoraba.

—Cuéntanos más, Bokuto-san —dijo Hinata, emocionado.

—No, mi querido Hinata. Es hora de jugar a algo.

—No pienso jugar a nada, mejor me dormiré —dijo Tsukishima.

El resto estuvo de acuerdo, por lo que Tanaka se animó a hablar.

—¿Verdad o reto? —propuso.

—Claro que si, Ryū.

—¡Iba a decir justo eso! —dijeron Kuroo y Bokuto al mismo tiempo.

Rieron mientras el resto decidía quien comenzaba.

—Kenma, te tocó —dijo Kuroo, atrayendo la atención del rubio. Dejó de lado su juego y prestó atención por unos segundos —. ¿Verdad o reto?

—Reto.

—Deja tu consola durante media hora —dijo Bokuto.

—Prefiero verdad.

Pensaron unos segundos hasta que Bokuto volvió a hablar.

—Kuroo me dijo que estuviste cinco días sin ducharte solo para pasarte el nivel de un juego nuevo, ¿es cierto?

—Si —respondió simple antes de volver a coger su consola.

—Espera, debes elegir al siguiente —dijo Hinata.

—Bokuto, te toca.

Todos miraron al nombrado y este sonrió, feliz de tener su atención.

—Reto —dijo sin miedo.

Esa era la peor opción. Kuroo tenía una sorpresa preparada para él.
El pelinegro sonrió antes de hablar.

—¿Qué sabes sobre el juego siete minutos en el cielo?

—¿Qué es eso, Akaashi? —susurró a su lado.

—Tienes que pasar siete minutos encerrado con una persona —susurró de vuelta.

—Sé lo que es, Kuroo.

—Bien, pues pasarás esos siete minutos con Akaashi.

Todas las miradas se posaron en esa pareja de búhos.
Akaashi estaba algo sonrojado. No podía asimilar que debía jugar a eso con Bokuto.

—Vamos, les mostraré que puedo ganar —dijo agarrando su mano para levantarle.

—En el armario de lo futones —señaló Kuroo y unos segundos después, ambos entraron.

El sitio era oscuro y no había ninguna fuente de luz, solo la que se colaba por debajo de la puerta.

Akaashi estaba inmóvil, no se creía que pudiera estar pasando aquello.

Estaba encerrado con el chico del cual estaba enamorado.

Parecía obvio para todo el mundo menos para él.
Todo empezó cuando comenzó a ser titular en el equipo. Como Bokuto era el as, se relacionó mucho con el nuevo colocador, forjando una amistad.