⊹005⊹

309 26 1
                                        

Había pasado poco más de un mes desde la ruptura entre Cherry y Keith.

Y aunque Keith decía que ya estaba bien...
no lo estaba.

Las noches aún se sentían un poco vacías sin los buenos días de Cherry, sin sus mensajes, sin sus risas.
Pero en vez de extrañarla, Keith extrañaba algo más.

O mejor dicho... alguien más.

Porque últimamente, en su galería ya no había fotos de ella.

Había fotos de Pico.

Pico durmiendo con la boca abierta.
Pico comiendo ramen con la cara llena de fideos.
Pico desafinando con un micrófono apagado.

Y Keith sonriendo como idiota frente a la pantalla.

—Soy un simp. TOTAL —murmuró, hundiendo la cara en su almohada.

Tocaron la puerta.

Keith se incorporó, guardó el teléfono y respiró hondo.

—¿Pico? —preguntó mientras abría.

Pero no era Pico.

Era Cherry.

—Oh... tú —dijo Keith, sin emoción— Pasa.

Cherry entró despacio. Parecía nerviosa, insegura.

—Hola, Keith. Perdón por hacerte pasar por todo eso —comenzó— Pero... quería hablar contigo.

Keith cruzó los brazos.

—¿Hablar de qué?

Cherry lo miró, tragó saliva... y antes de que él reaccionara, lo sujetó de la camisa y le dio un beso.

Sin permiso.
Sin aviso.

Keith abrió los ojos, sorprendido.

—¿P-por qué hiciste eso?

Cherry respiró hondo y su voz tembló.

—Porque aún te amo. ¡Aún te amo, Keith!

Hubo un silencio tenso.

Keith bajó la mirada. No gritó. No tembló.

Solo dijo:

—Cherry... yo ya no te amo.

Ella parpadeó una vez.

Luego desvió los ojos y suspiró.

—Lo entiendo... supongo.

Y salió por la puerta sin mirar atrás.

No pasaron ni diez segundos antes de que la puerta volviera a abrirse.

Esta vez, era Pico.

Con un olor a vino tan fuerte que podría emborrachar a alguien solo de respirarlo.

—H0laaa hermosoooo~ —canturreó mal, casi tropezándose— ¿Cómo hip te llamas~?

Keith lo miró sin poder evitar reír.

—¿Otra vez estuviste tomando?

—N-nooOOo —balbuceó Pico— Estoy... hidratao~ hip

Intentó tocarle la cara y casi se cae.

Keith lo sujetó del brazo.

—Ven. Siéntate antes de romperte la cabeza.

—NO quiero sentarme —se quejó Pico, con voz de niño pequeño— Quiero seguir despertaaadooo. Y también tengo gaaanas de—

—¡NO! —lo interrumpió Keith, completamente rojo— Estás borracho, Pico. Mañana hablamos.

Pero Pico no alcanzó a terminar la frase.

Se desmayó.

De pie.

Keith suspiró, lo atrapó antes de que se estrellara contra el piso y lo llevó a la cama.

—Siempre lo mismo contigo...

Lo arropó sin pensarlo. Con cariño, aunque no quería admitirlo.

Y justo cuando iba a apagar la luz, Pico murmuró dormido:

—¿Por qué eres tan hermoso, ah?... no se vale...

Keith se quedó quieto.

Con el corazón latiéndole fuerte.

—...no digas esas cosas si no las dices en serio —susurró.

Apagó la luz.

Y se acostó también.

⸻ A LA MAÑANA SIGUIENTE.

Pico despertó con el cerebro intentando salirle por los oídos.

Dolor de cabeza. Boca seca. Voz rasposa.

—...ugh... qué día es... —murmuró, llevándose la mano a la cara.

Y entonces, como un flashback maldito...

Recordó TODO lo que dijo la noche anterior.

❖ "Hola hermosooo~"
❖ "Tengo ganas de—"
❖ "¿Por qué eres tan lindo...?"

Pico se incorporó de golpe.

—NO. NO. NO. Dime que no lo dije. Dime que no lo dije. ¡DIME QUE NO LO DIJEEE! —se revolcó en la cama, cubriéndose con la almohada.

Keith entró en ese momento, con dos vasos de agua.

—Ah, despertaste. Toma, hidrátate.

Pico lo miró como si hubiera visto a su profesor leyendo su historial.

—¿E-estás enojado conmigo? —preguntó en voz bajísima.

Keith se sentó a su lado. Sonrió.

—No estoy enojado. De hecho, fue... ligeramente divertido.

Pico sintió que la vergüenza quería asesinarlo.

—Dije cosas raras, ¿cierto?

Keith bebió un sorbo de agua.

—Depende. ¿Consideras raro declararme tu amor mientras no podías ni caminar?

Pico se puso rojo.

—N-NO ERA UNA DECLARACIÓN AAAAA

Keith se rió.

—Lo sé, tranquilo. Estabas borracho.

Se levantó para irse, pero en la puerta se detuvo.

—Aunque... si algún día quieres decirme esas cosas sobrio —miró de reojo— ...quizás sí te escuche.

Pico se quedó congelado.

Keith salió tranquilamente.

Y un segundo después, Pico explotó en la cama:

—¡¡¿¿POR QUÉ ME DICE ESAS COSAS COMO SI NO FUERA A MORIR DE VERGÜENZA??!!

En la habitación de al lado, Keith sonreía.

Por primera vez en mucho tiempo... se sentía bien.

≻───── ⋆✩⋆ ─────≺

722 palabras.

✦ ᴄᴏɴ ϙᴜᴇ ᴀᴜɴ ᴍᴇ ᴀᴍᴀs ᴇʜ?( Pico×Keith )✦[RE ESCRIBIENDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora