✦ ᴄᴏɴ ϙᴜᴇ ᴀᴜɴ ᴍᴇ ᴀᴍᴀs ᴇʜ?( Pico×Keith )✦[RE ESCRIBIENDOSE]

⊹013⊹

Pico abrió la puerta con las llaves aún en la mano y dejó escapar un suspiro cansado.

—Bueno... llegamos por fin —murmuró.

Keith prácticamente se dejó caer de espaldas sobre la cama.

—Cama... dulce cama —gimió con dramatismo.

Pico lo miró, cruzándose de brazos.

—No te olvides de lo que me debes, ¿eh?

Keith se incorporó un poco, pálido.

—Puta madre... ya me había hecho el loco.

—No te quejes. Lo disfrutas más que yo —respondió Pico con una media sonrisa, apoyándose en la puerta.

—¿Ah sí? ¿Quién es el que termina marcándome la cintura como si fuera propiedad privada?

Pico arqueó una ceja, caminando hasta él.
Se inclinó, lo besó despacio... y luego con más fuerza, empujándolo contra el colchón.

—Si vas a provocarme así, no esperes que me controle.

Keith soltó un gemido bajo.

—Entonces hazlo rápido... antes de arrepentirme.

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No tardaron mucho.
No era la primera vez, ni la segunda... pero Pico siempre encontraba la forma de perder la paciencia primero.

—Ya estás excitado —comentó con una sonrisa ladeada.

—¿Se me nota? —murmuró Keith, mirándolo desde abajo.

—Demasiado.

La ropa terminó en el suelo.
La habitación quedó en penumbra, solo iluminada por la luz naranja de la ciudad entrando por la ventana.

—Pico... más despacio —pidió Keith, apretando los dientes.

—Lo siento... me dejé llevar —respondió él, bajando el ritmo, aunque sus manos seguían aferradas a su cintura.

—Gracias... naranjita —susurró Keith.

Pico parpadeó.

—¿Todavía me dices así?

—Siempre lo haré. Te gusta, aunque lo niegues.

Silencio.
Luego, un susurro:

—¿Puedo tocar una de tus alas, amor?

Keith dudó un segundo, pero asintió y las desplegó.
Eran sensibles, suaves.

—Son hermosas... —murmuró Pico, tocándolas con cuidado.

Keith tembló y soltó un jadeo suave.

—S-sigue... solo... con cuidado...

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𝗖𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲́𝘀