Habían pasado dos semanas desde la última vez que Keith habló con su hermana mayor, Miku. Ahora, con veinte años recién cumplidos, estudiar en la prestigiosa Academia Nacional de Música significaba un nuevo ritmo de vida... y una relación con Pico que cada día se hacía más difícil de ocultar.
Los mensajes iban y venían:
Miku: Ya ha pasado caleta desde que hablamos, hermanito.
Keith: Sí, es verdad. ¿A qué hora vamos mañana?
Miku: A las 19:00.
Keith: Perfecto.
Miku: Y... ¿cómo te va con Pico?
Keith: Eso no se pregunta. Y vamos bien. Lo único malo son sus ataques. Me contó que una vez intentó... suicidarse.
Miku: ...No sabía eso. Por favor cuídense los dos.
Keith: Lo hacemos. Te aviso cuando llegue.
Miku: Los quiero. No lleguen tarde.
───────────────────────────────
VISITA A CASA DE LOS PADRES
Keith decidió invitar a Pico a la casa familiar. Ya no eran adolescentes, pero la idea aún lo ponía nervioso.
—¿Cuál es la dirección? —preguntó Pico mientras manejaba.
—Avenida L'Hone, la casa con muro celeste —respondió Keith, mirando por la ventana.
Al llegar, Pico tomó su mano sin pensarlo, suave, natural. Keith se sonrojó.
—¿Ese es tu lado cariñoso o sigues medio curado? —bromeó.
—Un poco de ambas —sonrió Pico.
Adentro los esperaban los padres, Miku, Chris y la pequeña Rose. Saludos, abrazos, preguntas incómodas. Algún "¿son novios?" en broma. Risas nerviosas.
La cena estuvo tranquila. La familia de Keith ya no era ingenua: veían cómo Pico lo miraba. Cómo Keith se recostaba levemente hacia él, buscando comodidad sin darse cuenta.
Luego todos fueron a la playa. Había viento frío, arena en las zapatillas, risas y una que otra foto.
En algún momento, Pico se quedó dormido sobre las piernas de Keith durante el viaje de retorno. Keith solo le acomodó el cabello y lo dejó descansar.
Lo amo, pensó sin decirlo.
───────────────────────────────
AL DÍA SIGUIENTE: LA CITA
El sábado por la noche, Pico le pidió que se arreglara. No dijo para qué.
—¿Algo elegante? —preguntó Keith.
—Algo que te haga ver rico —respondió Pico sin vergüenza.
Keith se rió, pero terminó vistiéndose bien. Cuando bajó, Pico lo miró fijo, en silencio, como si se le hubiera detenido el mundo.
—...Te ves increíble —le dijo.
Fueron a un restaurante bonito, luces cálidas, servilletas dobladas como arte.
Todo iba normal... hasta que Pico respiró hondo y dijo:
—Keith... ya no trabajo para Daddy.
Keith parpadeó.
—¿Qué? ¿Renunciaste?
—Me pagó antes de tiempo. Diez mil millones de dólares por matarte. Y nunca lo hice. Ahora soy millonario y libre. Y quiero decirte algo que debí haber dicho hace años.
Keith sintió el corazón en la garganta.
—¿Qué cosa?
Pico tragó saliva.
—Tú me gustas. Desde antes de entrar a la academia. Me gustas más de lo que debería.
Hubo silencio.
Keith miró la mesa. Luego lo miró a él.
—Tú también me gustas, Pico. Mucho.
Pico soltó una pequeña risa rota, como si hubiera contenido esa emoción demasiado tiempo.
—Entonces... ¿quieres ser mi novio?
Keith no dudó.
—Sí.
Y se besaron. En la mesa. Sin aviso. Sin miedo.
Keith se mareó de inmediato. Literalmente. Entre la adrenalina y la emoción, casi se desmayó.
Pico tuvo que sostenerlo del cuello.
—¡Eh! Respira, weón —susurró, riendo nervioso.
───────────────────────────────
LA HABITACIÓN — +18
Eran las 2:13 AM cuando finalmente llegaron a la habitación compartida.
La puerta se cerró. Las luces quedaron bajas.
El silencio fue interrumpido solo por la respiración acelerada de ambos.
Keith se acercó primero.
Le tomó la cara. Lo besó. Despacio.
Pico correspondió, una mano a la nuca, otra a la cintura, acercándolo más, hasta pegarlo contra su pecho.
Ese primer beso duró demasiado. No porque fuera lento, sino porque ninguno quería separarse.
Cuando lo hicieron, un hilo de saliva quedó entre ambos.
—Dime si quieres parar —susurró Pico.
—No quiero parar —respondió Keith, mirándolo directo a los ojos—. Quiero todo contigo.
Pico lo levantó por los muslos, lo sentó sobre la cama y lo besó de nuevo, esta vez con hambre.
Los cuerpos se buscaron solos.
Chaquetas tiradas al piso.
Camisas semiabiertas.
Keith jadeó cuando la boca de Pico bajó por su cuello. Cada beso era una descarga eléctrica.
—Pico... —gimió suave—...no te detengas.
La ropa desapareció sin que recordaran cómo. Las manos exploraban, la piel ardía, y el espacio se llenó de gemidos contenidos contra los labios del otro.
No hubo apuro. Hubo descubrimiento.
Hubo risas nerviosas entre beso y beso.
Hubo respiraciones agitadas. Miradas que decían te quiero mucho antes que la boca se atreviera.
Y cuando finalmente se unieron, no fue torpe ni doloroso: fue lento, guiado por caricias y palabras susurradas al oído.
—¿Así está bien?
—Sí... sí, por favor sigue...
Keith jadeó. Pico lo sostuvo firme, con una mano en su cintura y otra entrelazada con la suya sobre las sábanas.
Se movieron al mismo ritmo, como si hubieran ensayado esa canción toda la vida.
Gemidos ahogados contra el cuello. Espaldas arqueadas. El sonido húmedo de la piel chocando.
Minutos después, temblando, Pico murmuró contra su oído:
—Me voy a correr...
Keith apretó los ojos.
—Hazlo dentro.
Pico se quedó quieto un segundo. Lo miró.
Keith asintió sin miedo.
Y él lo hizo.
Se quedaron abrazados, respirando fuerte, sudados, todavía enredados bajo la sábana.
Keith apoyó su cabeza en su pecho.
—Te amo, Pico.
Pico cerró los ojos y besó su cabello.
—Yo también te amo, Keith.
Ninguno durmió de inmediato.
Pero cuando lo hicieron, fue juntos. Por primera vez sin miedo a despertarse solos.
≻───── ⋆✩⋆ ─────≺
Sigo escribiendo cuando puedo. Gracias por la paciencia y por quedarse. 🖤
927 palabras.
ESTÁS LEYENDO
✦ ᴄᴏɴ ϙᴜᴇ ᴀᴜɴ ᴍᴇ ᴀᴍᴀs ᴇʜ?( Pico×Keith )✦[RE ESCRIBIENDOSE]
Фанфикшн𝑴𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔 𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂𝒔 6𝑲 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔!! ;3 🔹𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠; 🔸𝑝𝑎𝑟𝑒𝑗𝑎𝑠 ℎ𝑜𝑚𝑜𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙𝑒𝑠, 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙𝑒𝑠, 𝑒𝑛𝑓𝑒𝑟𝑚𝑒𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙𝑒𝑠, 𝑔𝑟𝑜𝑐𝑒𝑟𝑖𝑎𝑠. 🔹𝑆𝑒 𝑟𝑒�...
![✦ ᴄᴏɴ ϙᴜᴇ ᴀᴜɴ ᴍᴇ ᴀᴍᴀs ᴇʜ?( Pico×Keith )✦[RE ESCRIBIENDOSE]](https://img.wattpad.com/cover/278662628-64-k169711.jpg)