✦ ᴄᴏɴ ϙᴜᴇ ᴀᴜɴ ᴍᴇ ᴀᴍᴀs ᴇʜ?( Pico×Keith )✦[RE ESCRIBIENDOSE]

⊹003⊹

A la mañana siguiente, todo parecía normal.
Estudiantes entrando a clases, robots repartiendo horarios, profesoras dando instrucciones desde pantallas holográficas.

Pero Keith no tenía idea de que ese día iba a quebrarlo.

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Recreo – Patio Principal

Cherry lo llamó con voz seria.

—Keith, ¿podemos hablar?

Él fue sin sospechar nada.
Todavía tenía la sonrisa de alguien que cree que todo está bien.

—¿Qué pasa, Cherry? —preguntó, algo confundido.

Ella respiró hondo.

—...Terminamos.

Keith tardó en procesarlo.

—¿Q-qué? ¿Por qué?

Cherry bajó la mirada. No era fría, pero tampoco parecía triste.

—Sólo... dejé de fijarme en ti. Perdón.

No hubo más explicación.
No hubo gritos.
Solo esas palabras, y luego ella se fue.

La sonrisa de Keith desapareció al instante, como si alguien hubiera apagado una luz dentro de él.

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El resto del recreo lo pasó caminando sin rumbo por los pasillos.
Se preguntaba si hizo algo mal, si fue muy intenso, si fue muy poco.
Intentó pensar en otra cosa. En música, en clases, en lo que había comido desayuno. Nada servía.

Terminado el bloque, subió a su habitación sin decirle nada a nadie.

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Dormitorio 7-B

Keith cerró la puerta.
El cuarto estaba vacío. Pico no había llegado aún.

Y ahí fue cuando se derrumbó.

Se dejó caer sobre la cama, apretando la almohada contra el pecho.

—¿Por qué...? —susurró entre dientes— ¿Qué hice para merecer esto...?

Quiso respirar profundo, pero le temblaba el cuerpo.
No lloraba bonito, ni suave.
Lloraba como alguien al que le acaban de arrancar algo.

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La puerta se abrió de golpe diez minutos después.

—Ya llegué, Kei–—dijo Pico entrando, pero se detuvo al verlo— ...¿Keith?

Keith levantó la cabeza, con los ojos hinchados y la cara empapada.

—P...Pico...

Pico dejó las cosas en el piso sin cuidado y corrió hacia él.

—¡¿Qué pasó?! ¡¿A quién le tengo que reventar las bolas?!

Eso hizo que Keith llorara más fuerte.

No lo pensó. No habló.
Solo se lanzó a abrazarlo, escondiendo la cara en su cuello como si quisiera desaparecer.

Pico lo sostuvo sin dudar.

—Ey... ey, tranquilo. Estoy aquí —murmuró, dándole palmadas suaves en la espalda— Estoy aquí, Keith. No pasa nada. Yo estoy.

Y Keith lloró.
Lloró hasta quedarse sin voz.

Cuando por fin pudo respirar, se quedó recostado sobre Pico, temblando.

Entonces habló, con un hilo de voz:

—Cherry... terminó conmigo.

Pico apretó la mandíbula.

No dijo "lo siento".
No dijo "ya pasará".

Solo lo abrazó más fuerte.

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Esa noche, sin discutirlo, durmieron en la misma cama.

Pico no se movió ni una vez.
Keith solo podía quedarse cerca para no sentirse completamente roto.

No hablaría con Cherry... por casi ocho meses.

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Al día siguiente

Se despertaron con el ruido de los robots repartiendo horarios.
Keith parecía un fantasma.

Se ducharon. Se vistieron. Bajaron a desayunar.

Keith fue el último en llegar a la mesa.

—H-hola... chicos... —saludó lento, medio dormido, medio triste.

Skid y Pump lo miraron de inmediato.

—¡Holaa! —dijeron los dos.

Pero Pump se inclinó.

—¿Estás bien?

Keith miró su bandeja, sin levantar la cabeza.

—Sí... estoy bien.

No lo estaba.

Skid miró a Pico.

—¿Tú sabes qué le pasó?

Pico se inclinó y le susurró al oído:

—¿Les digo?

Keith tardó, pero asintió.

Pico se incorporó.

—Cherry terminó con él. Lo encontré ayer llorando en su cama.

Hubo un silencio corto.

Carol, que recién llegaba, también lo escuchó.

—Oh...

Pump solo bajó la mirada.

—Eso está feo.

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Después de clases – Patio trasero

Todos decidieron juntarse, como siempre.
Pero ese día, no jugaron, no molestaron, no hicieron competencias de rap.

Se sentaron en el pasto.
Skid contaba chistes malos.
Pump hacía voces raras.
Carol le ofreció galletas que llevaba en la mochila.
Pico se quedó a su lado todo el rato, sin despegarse.

Nadie mencionó a Cherry.

Nadie habló de amor.

Solo acompañaron a Keith.

Y aunque estaba triste...

Algo cambió.

Por primera vez desde la ruptura... se sintió seguro con alguien.

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Esa noche, de vuelta en la habitación, se quedó mirando a Pico sin decir nada.

Y aunque ninguno lo sabía aún...

Ese fue el día en que todo empezó a cambiar.

Para Keith, fue la primera herida.

Para Pico... fue el primer paso hacia algo que no estaba en sus planes.

Algo peligroso.

Algo que jamás debió sentir por su objetivo.

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Sí, está triste... pero admitan que esto es el inicio del drama bueno. A veces lo único positivo es que la historia va a ponerse interesante. Bueno, me voy, nos vemos :P

750 palabras